Entrevista a Jordi Xammar

Jordi Xammar: «Mi sueño es ganar el oro en Tokio»

«El viento de Enoshima es igual que el del Mediterráneo»

Carlos Pich

Jordi Xammar Hernández ya tiene una importante estela deportiva. Metódico y planificador, sus planes se han visto acelerados en momentos claves de su carrera. Los Juegos de Tokyo y el circuito de SailGP están en su punto de mira.

¿Tus inicios en la vela?

No tengo un recuerdo concreto, me lo contaron mis padres. Tenía 4 años, mis padres tenían una regata de crucero en Garraf y yo fui a navegar con Pol Ribas. El primer día ya conseguí navegar solo en Optimist. Todavía no sabía nadar, me enseñó Sito Pons años después durante unas vacaciones familiares. Mis padres no querían que compitiera, ellos venían del mundo de la competición en moto y sabían es un mundo cruel, muy agresivo, pero no lo lograron (risas). Poco a poco fui compitiendo en Optimist, fui a mi primer campeonato de España con 10 años…y hasta hoy.

¿Cuándo viste que era tu deporte?

Cuando volví de mi segundo mundial de Optimist (Turquía,2008), para mi haber competido un mundial era la pera. Quedé séptimo después de haber ido segundo algunos días. Volviendo en el avión, ya estaba pensando en navegar en 420. Aterrizamos en Barcelona un sábado, el domingo hablamos con entrenadores y mis padres pensando con quien navegar en 420, y el lunes ya empecé a navegar. En 2009 fuimos sextos en el mundial y a continuación ganamos tres mundiales, entonces ya vi las regatas me apasionaban. Mis padres no intervenían, solo mi madre me acompañaba a las regatas, y luego poco a poco me apoyaron. Viniendo ellos de un deporte tan técnico como el motociclismo (su padre Pere fue campeón de España de 250 cc y desarrolló las revolucionarias motos de Antonio Cobas para Sito Pons; su madre Cristina fue una de las mujeres piloto de competición pionera), me iban aconsejando, pero sin presionarme, me ayudaban sus reflexiones y de planteamientos generales.

Luego llegó el salto al 470

Después del 420 navegué en una temporada 49er, en contra de la opinión de todo el mundo. Me quedé sin tripulante y durante un mes no sabía si continuar navegando. Me llamó Joan Herp, con quien gané dos de los tres mundiales de 420, para empezar en 470. Corrimos nuestro primer mundial junior (2012) y finalizamos en el puesto 17º. Teníamos tres años más como Juniors y queríamos ganar un título. En 2013 ganamos el Mundial junior y el siguiente entramos en el equipo olímpico, fuimos de nuevo al mundial Junior y después al Mundial de Clases Olímpicas en Santander. Finalizamos séptimos tras ganar la medal race, y clasificamos a España para Rio. Fue un punto de inflexión importante. Hicimos un gran esfuerzo con Joan y nuestras familias porque no éramos el titular del equipo español. Entonces el equipo oficial era un poco “secta”, donde todos se preocupaban de defender sus privilegios y puestos de trabajo, pero tuvimos mucho apoyo por parte de Toni Ripoll. Hicimos nuestro propio camino con otro entrenador y por un solo punto de ventaja ganamos la plaza española para Rio.

¡¡Menuda alegría!!

La idea era ir a Rio para coger experiencia, tuve la misma sensación que en mi primer mundial de Optimist. Allí cumplí el sueño de competir en unos Juegos. O la primera parte del sueño, porque la segunda, es competir para intentar ganar. No quería volver a unos Juegos para hacer el 12. Aprendí que para ganar una medalla necesitas un gran nivel de profesionalidad, metodología, dedicación al 110%, más madurez y experiencia.

¿Eso provocó tu cambio de tripulante?

Después de Rio Joan (Herp) me dijo que quería estudiar, y en este mundo o es tu sueño y estás dispuesto a darlo todo o nunca llegarás a ganar una medalla. Con Nico (Nicolás Rodríguez) me he llevado una muy grata sorpresa, ha sido un gran acierto su aportación como tripulante. Es un apasionado. Justo se iba a ir a Holanda a trabajar cuando le llamé y por suerte cambió sus planes. Él ya había navegado antes dos temporadas como tripulante. Los dos primeros años con Nico fueron complicados, en parte porque arrancamos el proyecto del Spanish Impulse. Durante esos dos años no conseguíamos meternos en el Top 5 y fue muy duro.

¿Cómo afrontas el sprint final para Tokio?

No queremos hacer nada “mágico”. Hay gente que el último año se vuelve loca probando mil cosas, y no queremos caer en ese error. Sabemos lo que debemos mejorar y nos centramos en eso sin buscar una “poción mágica”, navegando muchas horas y ya está. En Miami empezamos la temporada y queríamos ver dónde estábamos. Llegamos cuartos a la medal race y eso nos indicó que aún nos falta un poco. Ganar la medal y la regata fue importante, pero terminamos especialmente contentos porque detectamos nuestros puntos débiles para mejorarlos trabajando. Será una recta final muy larga hasta julio, con trabajo de mucha calidad, porque la cantidad será la misma. Durante el año nosotros estamos 23 días al mes fuera de casa, entre entrenamientos, competiciones y viajes. No es una vida fácil.

¿Qué opinas del campo de regatas Enoshima?

A diferencia de Rio, en enoshima no puedes ir a entrenar porque las condiciones que se dan durante el corto periodo de julio no se repiten el resto del año. El viento más habitual será un térmico, muy parecido al que tenemos aquí en el Mediterráneo, y también puede soplar viento del Norte que es más “juguetón”.

¿En qué condiciones vas mejor?

El térmico entre 9 y 15 nudos nos va muy bien, incluso hasta 17 nudos. Si hay ola nos adaptamos muy bien, allí hay una ola muy parecida a la nuestra cuando sopla fuerte el Garbí, se monta una ola corta en la ola larga. Pero nuestra estrategia no es centrarnos en una condición concreta sino prepararnos para ser los más polivalentes posibles.

¿Serán los de 2020 tus últimos Juegos?

Espero que no, pase lo que pase me gustaría repetir. Me encanta navegar y competir, además me hace mucha ilusión que los próximos sean en Marsella. Está cerca de casa, y mi primera regata internacional fue en Marsella, así que mi intención es volver allí en 2024.

¿Cambiando de clase?

En principio seguiré en 470, que sea una clase mixta no supone un cambio de planes, solo de tripulante. Tal vez si me sale una buena oportunidad en Nacra me lo piense. Pero aún es pronto para decidirlo.

¿Qué tal van tus pinitos fuera del olimpismo?

Hace varios años creamos el Spanish Impulse, un equipo con amigos para explorar posibilidades fuera de la vela olímpica. Fuimos a la Youth America’s Cup y a varios eventos de las Extrem Sailing Series, hemos seguido trabajando para buscar oportunidades.

Recientemente se anunció vuestra incorporación en SailGP, ¿cómo os llego la propuesta?

Al principio nos sorprendió, pues nuestros planes eran intentarlo en 2021. El año pasado fuimos a Marsella para ver el evento de SailGP, incluso pudimos navegar un rato. Fue tras la victoria del equipo australiano a quienes conocíamos. Nos acercamos con el tender y les pedimos si podíamos subir a bordo un rato. Aceptaron y tres de nosotros fuimos de grinders de vuelta al puerto. Allí tuvimos una cena con Russell en nuestro apartamento. Le comentamos que en 2021 nos gustaría entrar en el circuito. Creo que le gustó mucho el ambiente humano entre nosotros, pero no concretamos nada.

Pero tus planes se adelantaron

Sí, inesperadamente. Cuando surgieron problemas con el equipo chino y abandonó, Russell nos llamó para que lo reemplazáramos. Quería gente joven y encajábamos perfecta en su perfil. Fue una sorpresa y aunque nuestro objetivo era 2020, no queríamos dejar escapar la oportunidad. Encontramos una solución para que el equipo comenzase la temporada y después de los Juegos incorporarnos el núcleo principal, no queríamos renunciar a luchar por una medalla. Nuestro acuerdo con SailGP es para tres temporadas.

¿Cuáles son tus expectativas?

Nuestro plan es aprender esta temporada desde lo más básico, somos los más jóvenes y los que menos experiencia tenemos. La segunda temporada nos gustaría dar un paso adelante, ir asomando la nariz en los puestos delanteros, intentar ganar alguna manga y pisar podio en algún evento. En la tercera temporada nos gustaría tener opciones de ganar el circuito.

¿Compatible con la siguiente campaña olímpica?

Por supuesto, el circuito de Sail GP tiene un calendario de competición muy corto, son pocos días. Además, los entrenamientos están regulados y son escasos. Es perfecto para compaginarlo con nuestros planes olímpicos.

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