Entrevista

Agustín Zulueta: «Una nueva sede y un nuevo equipo confirma la buena salud del circuito»

Concluidas las celebraciones del décimo aniversario de las 52 Super Series, su director general da un repaso al largo camino recorrido desde su creación en 2012 y se asoma al futuro de un circuito que contará con interesantes novedades en 2023

Javier Sobrino

La historia de las 52 Super Series comenzó en Barcelona en mayo de 2012 con la celebración del Trofeo Conde de Godó, primera regata de una temporada de cuatro eventos que pondría en juego la 52 Super Series Atlantic Cup 2012. Cinco barcos en la línea de salida, siete mangas disputadas y un primer ganador: Quantum Racing. Diez años más tarde, a modo de déjà vu, los TP52 regresaban al mismo escenario y el equipo estadounidense repetía resultado, esta vez en una flota compuesta por diez barcos. La Ciudad Condal acogió la fiesta de celebración del décimo aniversario del circuito y un repaso en imágenes a una densa y rica trayectoria que forma parte de la historia de la competición a vela. En su condición de director general de 52 Super Series, el donostiarra Agustín Zulueta es el responsable último de una fórmula que (de momento) ha organizado más de 50 regatas de TP52 en 17 sedes de seis países y tres continentes, atraído a 30 equipos de 15 nacionalidades y alcanzado la condición de circuito de monocascos más importante del mundo.

¿Qué balance hace de la temporada 2022?

Para nosotros la temporada 2022 suponía un gran reto, porque volvíamos a la normalidad después de dos años afectados por la pandemia. En 2020 tuvimos que anular tras el primer evento y nos pilló la cuarentena en Ciudad del Cabo, que fue toda una aventura, por definirlo de alguna forma; en 2021 la situación nos obligó a reducir el calendario a tres eventos. La valoración de 2022 es muy positiva, porque hemos tenido más participación de la que esperábamos y hemos terminado en Barcelona con diez barcos en la flota. Nos hace sentirnos muy orgullosos de cómo hemos celebrado este décimo aniversario del circuito.

¿Cumplió las expectativas el primer evento de la historia del circuito en Bayona?

Con creces. Aprovecho para agradecer una vez más al Monte Real Club de Yates de Bayona y a Abanca por todo el apoyo prestado, ¡y también agradecer a quien proceda por las buenas temperaturas y el tiempo tan bueno que tuvimos a final de mayo! Tanto armadores, como tripulaciones y organización disfrutamos mucho de esta primera visita a Galicia. Su éxito nos reafirma en la voluntad de volver a Bayona. Ahora tenemos que ver si hay otra vez sintonía entre las administraciones y los patrocinadores.

Defíname en pocas palabras cómo vio cada sede de 2022.

Bayona, espectacular, tal y como es, con amabilidad y simpatía en sus gentes, buena comida y buen hospitality. Cascais, como siempre, al nivel de una gran sede de regatas de vela. Puerto Portals es sencillamente nuestra segunda casa, donde todo el equipo del puerto nos acoge con la mayor de las amabilidades año tras año. A Scarlino regresamos con ganas después de cuatro años; cuando diluviaba en toda Europa nos salvamos de una semana que creíamos que iba a ser terrorífica con buenos vientos y quizás las mejores condiciones de navegación de toda la temporada. Y Barcelona fue un evento muy especial en el que, si bien las condiciones no fueron las esperadas, nos llenó de orgullo finalizar la temporada donde empezamos todo hace diez años.

¿Cómo definiría a cada equipo de la flota 2022?

Gladiator es entusiasmo; Vayu, un gran reto por delante; Interlodge, desafiando Europa; Provezza, año tras año con grandes desafíos; Alegre, luchando con los mejores; Sled, una defensa muy dura; Platoon, en tiempos de cambios; Phoenix, a por todas; y Quantum Racing, sigue siendo el rey.

¿Es Quantum Racing tan superior al resto de la flota como sugiere su palmarés?

No creo que sea tan superior, pero sí es verdad que ha sido el más constante. Que haya conseguido tan buenos resultados con su armador a la caña supone una puerta abierta a todos los armadores que quieran navegar al más alto nivel, que pueden hacerlo y además ganar. Este año lo cerramos con 43 mangas disputadas y cada uno de los nueve equipos que completaron el circuito ganó alguna manga. Eso dice mucho de la competitividad que ha alcanzado la flota.

¿Cuál es la clave para ganar en las 52 Super Series?

Creo que la cualidad imprescindible para aspirar al título es la constancia. Hay que estar arriba, permanecer en puestos de cabeza; no pensar en las victorias parciales, sino más bien centrarse en evitar derrotas abultadas. En las 52 Super Series no hay descartes: cada resultado y cada punto cuentan para el resultado final.

¿Qué balance hace de las diez primeras temporadas?

Fue un comienzo muy duro, con sólo cuatro o cinco barcos, intentando traer más competidores, atraer nuevos patrocinadores,… Hoy podemos decir que llevamos ya cinco años muy consolidados. Creo que tenemos unos armadores muy comprometidos. Creo que en Rolex tenemos al mejor sponsor principal que podemos tener. Mantenemos una relación estupenda después de haber visitado 17 sedes diferentes tanto en el Hemisferio Norte como en el Hemisferio Sur. Y creo que, si los armadores no se aburren, nos queda un gran futuro.

¿Si tuviera que elegir un recuerdo?

Atrapados en Ciudad del Cabo.

¿Personalmente, qué ha aprendido?

He aprendido mucho en estos diez años. Tal vez haya echado de menos algunos valores que han sido una constante en mi carrera, que son los valores asociados a la competitividad. Después de haber estado tantos años formando equipos de competición, he aprendido que desde el punto de vista de la organización hay que tener una mente mucho más fría y más analítica, dejando a veces a un lado otros valores humanos.

¿Es más difícil dirigir un circuito o un proyecto como Desafío Español?

Mucho más difícil un proyecto como El Desafío. Mil veces más difícil.

¿Es más sencillo ahora ‘vender’ el circuito que en sus orígenes?

Sí, claro. Ahora tenemos, para empezar, diez años de historia con buenos patrocinadores y con buenos equipos. Ya somos algo.

¿Han llegado donde esperaban llegar?

Yo creo que en muchos aspectos se han superado las expectativas. En otros, creo que hay muchas asignaturas pendientes. Pero también hay que poner los pies en la tierra y ver todos los obstáculos con los que no contábamos en diez años y que hemos pasado de forma magistral. Por ejemplo, la pandemia.

¿Hacia dónde evolucionan las 52 Super Series?

No sé si evolucionan hacia la pluralidad o hacia la internacionalización. Hemos dado la bienvenida al Vayu tailandés y, si todo va bien, el año que viene añadiremos un nuevo equipo de otro país asiático: Alpha, que navegará con el antiguo Luna Rossa y añadirá la bandera de Hong Kong a la flota. Esto es una gran noticia para el circuito, y nos hace pensar que también somos interesantes en otras partes del mundo.

¿Cuándo cambiará la regla de clase?

La regla de clase lo que no va a hacer es cambiar. Lo que hemos introducido es una posibilidad para que aquellos armadores que quieran construir barco se puedan unir al circuito en cualquier momento sin perder los puntos del barco anterior.

¿Hay relevo generacional?

Quantum Racing ya nos ha comunicado que el año que viene apuesta por una tripulación más joven; Team Vayu es una tripulación familiar con grandes resultados esta temporada; Paprec es más joven y gran parte de su tripulación es amateur,… Yo creo que se están viendo caras nuevas. Llevará tiempo, pero sí, hay relevo generacional.

¿Veremos nuevas sedes?

El año que viene visitaremos por primera vez Saint-Tropez, que supone no solo una nueva sede, sino un nuevo país dentro del histórico de las 52 Super Series. Con la incorporación de Paprec tenemos un equipo francés, y creo que era de alguna manera lógico incluir una sede francesa. Iremos allí en mayo como primer evento de una temporada de cinco regatas que finalizará en Puerto Portals en septiembre. Si contamos con que este año visitamos por primera vez Bayona, eso supone añadir dos sedes nuevas en dos temporadas consecutivas.

¿Por qué un formato de cinco eventos?

La voluntad del circuito es que se navegue en época estival, y ya nos resulta difícil encajar cinco eventos en cinco meses, es todo un reto logístico y de organización tanto para nosotros como para los equipos. Por otro lado, debemos buscar un equilibrio entre eso e intentar que los gastos no se disparen. Un programa de cinco eventos es un buen compromiso.

2024 será año olímpico, de Copa América y de Vendée Globe: ¿Cómo afectará al circuito?

Espero que no afecte mucho. Pretendemos motivar a los armadores con algo nuevo, y por eso nuestra intención es visitar Estados Unidos en 2024, donde no navegamos desde el último evento que celebramos en Miami en marzo de 2017. Está en proyecto, todavía hay mucho trabajo por delante.

¿Qué ofrecen las 52 Super Series a un patrocinador?

Creo que le ofrecen una plataforma de hospitality insuperable, con unas imágenes y salidas al mar que muy pocos deportes pueden ofrecer. A eso hay que sumar, por supuesto, notoriedad e imagen. Bien aprovechado, patrocinar las 52 Super Series resulta una inversión muy rentable para una marca.

¿Qué parte del éxito del circuito es atribuible a la organización y qué parte a los equipos?

Creo que 99 por ciento a la organización y 99 por ciento a los equipos. No puede haber uno sin el otro.

¿Qué medidas está tomando en materia de sostenibilidad?

Ahora estamos centrados en la no utilización de cualquier tipo de plásticos en nuestros eventos y en concienciar sobre la necesidad de evitar los plásticos de un solo uso. Creemos que es un paso muy importante dentro de un camino muy largo.

¿Cómo está la salud del circuito?

Yo creo que están en plena forma. La incorporación de una nueva sede y de un nuevo equipo en 2023 confirma la buena salud.

¿Qué trabajo queda por hacer entre ahora y el comienzo de la próxima temporada?

Mucho. Lo primero es terminar de cerrar 2022, porque aunque la última manga del circuito se disputó a finales de octubre, queda mucho por hacer a nivel de organización y contabilidad. En realidad, de 2023 ya está todo muy avanzado tras haber confirmado y anunciado el calendario, por lo que comenzaremos a pulir los últimos detalles alrededor de un mes antes de Saint-Tropez. A partir del uno de enero empezaremos a trabajar en las sedes de 2024.

¿Qué espera de 2023?

Espero que sea un gran año. Espero tener una flota de diez barcos. Y que las condiciones de navegación de los lugares escogidos satisfagan y nos proporcionen un buen nivel de competición.

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