Vendée: A mil millas de Cabo de hornos

Vigo (Pontevedra) Actualizado: Guardar
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Macif Y Banque Populaire navegan en el paralelo 56° Sur. Hielos la deriva en Cabo Hornos. SynerCiel en Puerta Oeste Pacífico. El cansancio pasa factura tras 50 días de regata. El Acciona sigue octavo a 2,547 millas del líder.

20 días mano a mano. Son los días que llevan navegando Macif y Banque Populaire, o Banque Populaire y Macif, alternándose en el primer puesto de la flota Vendée Globe, siempre con diferencias mínimas entre ellos. Prácticamente navegando a la vista, como se puede ver en la foto de ayer a las 20:00 UTC cuando están a mil millas del continente Sudamericano.

Desde el pasado 10 de diciembre Macif y Banque Populaire navegan juntos, recorriendo los océanos Índico y Pacifico a buen ritmo sin titubeos. O lo que es lo mismo más de 12.000 millas, juntos la mitad del recorrido de la Vendée Globe por los cuarenta rugientes y los Cincuenta Aullantes. Y todavía les queda jugar la última partida táctica en el océano Atlántico, donde se ganan o se pierden todas las regatas vueltas al mundo en solitario sin escalas, en solitario con escalas, con tripulación o batiendo records.

Acercándose a los primeros lo intenta Jean-Pierre Dick con el Virbac-Paprec 3, recortando 20 millas en la última jornada. Lo tiene a 350 millas, a menos de una jornada. En su última singladura ha recorrido 431 millas.

«Es bueno para la moral recuperar terreno a los primeros –Jean-Pierre Dick, patrón Virbac-Paprec 3 (16:28 -29.12.12)-. Me falta un poco más para pillarlos, porque ahora mis rivales de delante han vuelto a coger viento y se igualará un poco. Tengo prisa por salir del océano Austral, ha sido un poco complicado para mí, no he tenido mucho éxito, y sí bastante frustración. Tengo ganas de explotar todo el potencial de mi barco en Atlántico. Es duro aquí, la humedad es muy elevada, un mes en el barco desgasta, desgasta. Lo que más echo de menos es un conjunto de cosas. Un poco de espacio, una buena comida… Son muchas cosas, más que algo concreto. Pero lo que más me hace sufrir es la humedad. Hay que vigilar dónde pones la ropa. Mis pies sufren mucho, viven un calvario.»

Jean-Pierre Dick está cruzando la Puerta Este Pacífico, la última puerta de seguridad austral, y al igual que los primeros empezará a ganar latitud Sur rumbo al paralelo 56° Sur, el marca el camino hacia cabo Hornos.

Preocupación por hielos en cabo Hornos. La Dirección de Regata Vendée Globe ha recibido información de la presencia de hielos a la deriva en la zona de cabo Hornos, tanto la armada chilena como las fotografías satélites de CLS contrastan esa información.

Como si fuera una ratonera al final del pasillo. Los patrones solitarios han recorrido media vuelta al mundo por los mares océanos australes y al final de esta ruta se la vuelven a jugar para salir indemnes.

El único medio de localizar los hielos son los satélites o los aviones –Denis Horeau, Director Regata-. La armada chilena ha localizado algunos recientemente a 150 millas al sur del cabo de Hornos a principios de diciembre. Pedimos a los satélites –por medio de CLS- que tomen fotos y nos muestren lo que han localizado en uno u otro sitio. Actualmente esos satélites solo pueden localizar hielos de más de 100 metros de longitud. Un hielo de 100 metros se rompe y genera hielos de 50, 20 o 10 metros. Y un hielo de 20 metros o de 10 metros ya no es visible con el radar, y eso es la mayor dificultad. Un iceberg puede también tener 400 metros, 1 kilómetro o incluso 10 kilómetros de longitud. Son hielos que se han desprendido de la banquisa y van girando alrededor del mundo. Algunos de esos hielos pueden tener 10 años de vida y forman parte de bloques del tamaño a veces de Córcega”.

A bordo de un OPEN 60 solo se puede localizar icebergs con el radar o a la vista, puede ayudar el cambio de temperatura del agua pero en alguna ocasión se han visto flotando con el agua a 10° centígrados. Y los mayores problemas son los growlers, las placas de hielo que navegan entre aguas, que pueden producir una grave avería en caso de impacto.

Al Macif y Banque Populaire le quedan mil millas náuticas hasta Hornos, unas tres jornadas de navegación, y puede que los quince icebergs avistados mantengan una deriva favorable y se desplacen más hacia el Este y no les afecte. ¡Máxima tensión en Hornos, el cabo de las tormentas!

SynerCiel a 80 millas de Puerta Oeste Pacífico. Hoy cruzara la penúltima puerta de seguridad Vendée Globe, en unas seis horas la dejará por popa la Puerta Oeste Pacífico. Le Cam le pondrá una cruz y se dirigirá con el SynerCiel hacia la Puerta Este Pacífico, a 1.324 millas.

«Ahora mismo es un poco duro, tengo 29-30 nudos de viento –Jean Le Cam, patrón SynerCiel (16:28 – 29.12.12). Debería mejorar en las próximas horas. Estoy en tensión. (Abandona bruscamente el teléfono, después vuelve algunos segundos más tarde) He evitado una salida en arribada por los pelos. Es duro, duro, duro… Y si digo duro, es que es duro. Si tuviera vientos estables, sería más fácil, pero no pasa nunca. Intento llevarlo lo mejor posible, pero cuando calma y hay un poco de sol, ¡qué bien qué va! ¡En cuanto amaina, qué bien qué va!

¿Si el Pacífico es un mal recuerdo (en la pasada edición volcó a 200 millas del cabo de Hornos)? Todo el mundo tiene malos recuerdos, pero uno intenta no vivir solo de malos recuerdos. Intento hacerlo lo mejor posible. Ahora, honradamente, esta conexión de hoy es un poco tirante.»

Jean Le Cam, en quinta posición, aun esta a más de tres mil millas de Hornos, pero en su mente los recuerdos de las malas experiencias aparecen y no le gustan. Si a esto le sumamos el cansancio general que tiene él, y el resto de los patrones, habrá momentos que la Vendée Globe se les pondrá cuesta arriba.

Los 50 días de regata pasan factura. Cada vez más los patrones hacen comentarios sobre el cansancio, en mayor o menor medida les sale de su interior con fuerza, como una explosión para poder recuperarse de la “tremenda paliza” que se están pegando. No solo por lo que representa una vuelta al mundo en solitario, sino por el ritmo que han impuesto Armel Le Cléac´h y François Gabart. Ellos parece que no se inmutan embebidos en su regata particular.

«Llevamos 7 semanas trabajando en estos barcos –Mike Golding, patrón Gamesa-; son barcos duros y acarrean mucho trabajo, por lo que el cansancio es tu enemigo. Y es un enemigo difícil de calibrar. No me refiero al sueño, sino al desgaste general de tu sistema. Creo que es importante seguir durmiendo bien, mantener un ritmo constante y espero que cuando vuelva al Atlántico habrá una especie de alivio por estar en el camino de regreso a casa; pero ahora mismo es duro. Ahora mismo estoy muy harto de la comida liofilizada. Todavía tengo una selección razonable, pero nunca tienes bastante, lo bueno parece desaparecer. Tengo un sistema poco regulado, y eso probablemente es malo.»

El otro patrón británico, Alex Thomson a bordo del Hugo Boss, también ha manifestado estar muy cansado: “Las condiciones siguen siendo increíblemente difíciles en esta travesía del Pacífico. El viento es muy fuerte, con rachas regulares de hasta 40 nudos en las últimas 12 horas. Estoy muy cansado y he podido dormir poco. En esas condiciones tengo que trimar rápidamente las velas en función del viento. El tiempo debería seguir igual hasta la puerta de Pacífico Este, la última puerta de la regata. Dentro de una semana debería doblar el cabo de Hornos”.

Esta edición de la Vendée Globe marcara un punto de inflexión en la navegación en solitario alrededor del mundo. Hay una gran diferencia entre dos patrones y el resto de los que siguen en regata. Armel y François, originarios de la regata La Solitaire du Figaro, tienen una fortaleza mental aplastante. Y además cuenta con los mejores OPEN 60 creados por Verdier y VP-LP.

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