Roland Garros

Nadal y Gasquet, caminos opuestos

Crecieron juntos y el francés ganaba al español en categorías inferiores, pero al madurar, sus trayectorias son bien distintas

Laura Marta

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Cuesta reconocer a un Rafael Nadal con prisa por sacar, incapaz de esperar al recogepelotas para poner la pelota en pista. El Nadal de hoy ha madurado y ha sumado pausa y concentración a su juego. Lo que apenas se vislumbraba en aquella penúltima ocasión en la que perdió contra su rival de siempre, Richard Gasquet .

Era 1999 y los cuartos de final del torneo Petit As. Era uno de los múltiples encuentros que el español y el francés completaron durante su educación tenística. Siempre parejos sus caminos porque tienen la misma edad y sus caminos coincidían con asiduidad. La última derrota del español llegó en un Challenger en un lejano 2003, con una retirada del balear. «Los dos representábamos la nueva generación en aquel momento. Los dos habíamos crecido siendo muy destacados en todas las categorías , él era un poquito mejor que yo, era la futura estrella francesa y el revuelo era por eso», comentó Nadal sobre su enemistad histórica. « Es un buen amigo, una persona normal, agradable y positiva . Es alguien a quien aprecio mucho. Es positivo tener a gente así en el circuito. Siempre estuve de su lado. Cuando tuvo sus problemas siempre lo defendí porque es alguien sano y es un ejemplo positivo para muchos», continúo su parlamento con halagos.

[ Nadal-Gasquet ]

Sin embargo, la llegada de la madurez y los torneos profesionales dibujó dos panoramas muy diferentes entre ambos. Mientras el zurdo era capaz de atrapar su primer Grand Slam con 18 años, el francés todavía sueña con el primero, y ni siquiera ha conquistado un Masters 1.000 . Es la diferencia entre los buenos y los mejores, por mucho que en sus inicios merendaran juntos casi cada semana.

En la etapa ATP, y solo un año después de aquella última derrota, Nadal ha ganado en sus quince duelos previos, siendo ya una rivalidad de vieja escuela porque Gasquet todavía no ha perdido la esencia y se mantiene fiel a un revés a una mano de museo y el español ha ganado en paciencia, pero sigue con la misma hambre por ganar que cuando las camisetas le doblaban el tamaño. «Una vez en Basilea (2015) tuvimos un partido muy igualado. Encontré una manera para abordarle. Intento encontrar la manera cuando entro en la pista. Nunca ha sido fácil, pero voy a intentar algo. No voy a salir pensando lo bueno que es», sentenció Gasquet, que confía en aquel tenista que fue capaz de ganar a Nadal, en 1999.

Hoy se enfrentan en el tercer turno de la Philippe Chatrier, y el balear sabe que le toca jugar con la historia y contra el público, siempre respetuoso con él en Roland Garros , siempre volcado con sus ídolos locales.

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