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El estadio Arantxa Sánchez Vicario de la Caja Mágica - Belen Díaz

Mutua Madrid OpenPor qué se puntúa así

ABC analiza el origen del 15-30-40-60

Madrid Actualizado: Guardar
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Durante los partidos de tenis escuchamos repetidas veces los números 15, 30 y 40. ¿De dónde viene ese sistema de puntuación? Aunque hay varias teorías, la más admitida se remonta al sistema de numeración sexagesimal, creado en Babilonia hace miles de años y tiene como base aritmética el número 60. En ese momento utilizaban un “sextante” para medir la elevación del Sol.

Este instrumento está dividido en cuatro partes (de 15º, 30º, 45º y 60º) y corresponde a la sexta parte de la circunferencia completa con los 360º. Esta forma geométrica tenía carácter mágico o sagrado para los babilonios, y esa creencia sobrevivió al paso del tiempo, llegando su prestigio a la Europa de finales de la Edad Media. Por eso, en las formas primitivas del tenis, que datan de esos siglos, se eligió el círculo –forma perfecta– para construir la puntuación del juego.

Así, una circunferencia equivaldría a un set completo, que se divide en seis partes iguales que corresponden a los juegos. Cada una de estas partes se divide en cuatro puntos (15, 30, 45 y 60). Esta leyenda encaja hasta que el tenis llegó a Inglaterra, momento en el que se eliminó el 60 de la puntuación y además, para facilitar la pronunciación de los jueces de línea, convirtieron el 45 en 40.

No es la única teoría. Para conocer otra hay que ir hasta Francia, donde se practicaba con un reloj de fondo. Por ello, se tomaron, supuestamente, como referencia las cuatro «caras» de la esfera para marcar el ritmo. Otra de las historias apunta a que su origen se encuentra en el Jeu de Paume, un juego francés que se jugaba en una pista que medía 90 metros de largo, por lo que cada lado de la red los jugadores tenían 45 metros de campo. Cuando el partido comenzaba, y estaban a cero sacaban a cinco metros de la red pero a medida que se apuntaban tantos esa distancia debía crecer. Así, tras el primer tanto sacaba a quince metros de la red, tras el segundo a 30 y, tras el último punto, el cuarto saque se hacía desde 40 metros. Una regla de juego que, con el paso del tiempo, convirtió las distancias en puntuaciones.

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