Del Potro ruge un año después

El tenis siempre se ha preguntado qué hubiera sido de Juan Martín del Potro de no haber sufrido tantas lesiones y tan graves. El argentino, un talento tremendo en ese espigado cuerpo de 198 centímetros, ha vuelto esta semana al circuito, ilusionado porque por fin se ve en un cuadro después de tanto sufrimiento. Ha pasado casi un año y Del Potro celebra como un título el regreso a las pistas.

Después de vencer el martes a Sergiy Stakhovsky en dos sets y la pasada madrugada a Fognini en tres (4-6, 6-2 y 6-2), Del Potro explicó sus sensaciones, convencido de que puede rugir de nuevo. «Me puse nervioso al principio y al final. Confío en volver a ser pronto un jugador agresivo, pero ahora me corresponde trabajar en mi físico y hacer tratamientos de recuperación cada jornada», expuso.

Una lesión en la muñeca izquierda le ha tenido 321 días fuera de combate y él es el primero en asumir que necesita tiempo. «Obviamente también debo trabajar en mi revés. Lo estoy haciendo cada día. Comencé hace apenas tres días aquí en Sidney y me esfuerzo al máximo cuando los rivales me buscan el revés, porque todavía no me siento cómodo», reconoce. Su articulación sufre en ese costado, pero él no desiste.

Él mismo admite que 2014 fue un año horrible, para olvidar desde que en febrero desapareció del mapa. Fue justo en Sidney, en donde se proclamó campeón a lo grande, última etapa antes de que la muñeca le dijera basta. Por entonces era el cinco del mundo y ahora está hundido en la lista, el 338 de una clasificación irreal si se atiende a su tenis.

«Tengo que ser regular con mis tratamientos, y no es sencillo a nivel mental. Simplemente quiero entrar en pista y disfrutar. Jugar al nivel que lo hice hoy será suficiente para mí. Debo concentrarme en mi muñeca, y tratar de que no empeore», reflexiona Del Potro. Lo principal es recuperar posiciones y ya habrá tiempo para pensar en los resultados.

Del Potro tiene en mente también participar en el Abierto de Australia, aunque es el primero en señalar que no hay que tenerle entre los candidatos. Con 26 años, hay tiempo para rescatar la esencia de este talento, que llegó a ganar el US Open en 2009 y que alcanzó la cuarta plaza del ranking en 2010.