Real Madrid
Ancelotti acierta con la tecla y toca la fibra del madridismo
La titularidad compartida de Bale y Hazard es una apuesta valiente y arriesgada que da valor a la sabiduría del italiano, quien combina las viejas estrellas con la juventud de Valverde, Militao, Vinicius y Rodrygo, a los que considera titulares
Sabe más el diablo por viejo que por diablo. Ancelotti es el diablo del fútbol continental, ganador en los cinco grandes países del fútbol europeo. Le queda un reto, la Liga española, y ha comenzado a pelear por alcanzarlo. Conoce bien nuestro fútbol y sabe tocar la tecla de cada futbolista, del organigrama de un equipo. Ha llegado de nuevo al Real Madrid y ha demostrado su sabiduría nada más empezar. Alinear juntos a Bale y Hazard en la primera jornada era un objetivo que nadie habría pensado en el madridismo hace una semana. Carlo es valiente y tiene las ideas muy claras: si son dos grandes jugadores, a jugar. Sin miedos a lesiones y recaídas. Se inventó una delantera con las dos figuras por los flancos para surtir de clase al líder del esquema, este Benzema que cada día juega mejor.
El análisis interno es que si el responsable de la plantilla saca rendimiento a toda la calidad que hay en el grupo se pueden hacer muchas cosas
Muchos podrán pensar que el técnico se ha apoyado en los veteranos para llevar la nave a buen puerto. Nada de eso. El secreto de «Carletto», como le llaman en Valdebebas, es apoyarse en los líderes del conjunto y en los jóvenes que piden paso con su potencia y un talento que el entrenador elogia especialmente.
Para Ancelotti no habrá un once, no lo hay. Tiene realmente quince titulares. Valverde y Militao fueron titulares, pero el preparado considera a Vinicius y Rodrygo tan titulares como Bale y Hazard. Lo demostró al sentar a los dos veteranos a la hora del partido y sacar a los dos brasileños para inyectar velocidad cuando más hacía falta.
El italiano ha dejado claro a los jugadores que nadie tiene el puesto fijo y que todos tienen un relevo. Hará siempre dos equipos diferentes en un partido , el del primer tiempo y el del segundo, para meter una sexta marcha de velocidad cuando el rival está más cansado. Ni un pelo de tonto tiene este tipo.
En Vitoria exigió mayor agresividad ofensiva tras el descanso y el Real Madrid anotó dos goles pronto. Cuando el Alavés más atacaba sacó a Rodrygo y Vinicius y se acabaron los problemas. Ancelotti tiene el mensaje interno de la casa de «aprovechar bien a estos jóvenes talentos», cosa que Zidane hizo solo cuando las lesiones le obligaron, y el resultado es evidente. Al «allenatore» le encantan los cinco cambios porque puede revolucionar todo un equipo. El quid de la cuestión es saber hacerlo y él sabe.
Está alucinado con la juventud. Ancelotti destaca el talento de Valverde, Miguel, Rodrygo, Vinicius y Asensio , jugadores que serían indiscutibles en cualquier equipo y que él piensa utilizar como segunda línea de fuego para inyectar potencia en un equipo veterano.
Su acierto con Bale, con Hazard y con la nueva guardia ha tocado la fibra del madridismo, que está esperanzado tras un verano de resignación ante la dificultad de fichar a Mbappé. Ha exigido a sus pupilos que jueguen cada jornada como si fuera una final y han cumplido su petición. Esto solo ha empezado, pero el italiano ha demostrado que sabe lo que quiere y cómo lo quiere. Los dirigentes del club están contentos con el cambio que ha aportado el entrenador al equipo. Es lo que le pedían, un salto adelante, porque hay futbolistas para obtener un mayor rendimiento del visto en la campaña pasada. El análisis de la dirección deportiva es que si el responsable de la plantilla saca rendimiento a toda la calidad que hay en el grupo se pueden hacer muchas cosas.
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