Los hosteleros se preparan para el día grande de la fiesta

La búsqueda de un hueco en una de las múltiples terrazas se convirtió en una laboriosa tarea entre las miles de personas que se congregaron ayer por las calles del centro histórico portuense.

Una estampa que deja patente que algo está cambiando y que la crisis, poco a poco, se diluye de la mente de los visitantes a la hora de planificar el viaje. Un claro ejemplo es Jaime Lorenzo, llegado de Bilbao, que detalla que la previsión que tiene él y su grupo es de gastarse alrededor de 1.000 euros, «por cabeza». «Con nosotros es un poco distinto porque comenzamos el viaje el pasado lunes y hemos ido parando en mucho lugares, pero creemos que durante todo el puente nos podremos dejar alrededor de 1.000 euros, entre hotel, gasolina, comida y salir».

Muchos de los aficionados de las motos ahorran durante todo el año para poder venir y disfrutar de todo el fin de semana. «Esto es un acontecimiento una vez al año que merece la pena vivir, por eso se guarda el dinero en una hucha para venir sin escatimar en nada», afirma Manuel Represa que llegó ayer procedente de Madrid.

Por su parte, Montaña Galán, una veterana motera de Cáceres, explica que el alojamiento es lo que principalmente incrementa el gasto, «aun reservando el hotel con cuatro meses de antelación ya notas que es un precio elevado, al final te cobran lo que quieren», pese a eso resalta que no falla a la cita desde hace muchos años.