Julia Figueroa
Julia Figueroa - EFE
Río 2016

Las lágrimas de Julia Figueroa

La judoca cordobesa, número cinco del mundo en su categoría, lloró desconsolada tras su derrota

Río de Janeiro Actualizado: Guardar
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«En estos momentos estoy pensando que no vale la pena nada», llegó a decir la judoca cordobesa Julia Figueroa, con lágrimas en los ojos, después de perder su combate de debut en unos Juegos ante la cubana Dayaris Mestre. «Ahora, a coger la maleta... y a la Villa», añadía desconsolada la número cinco del mundo en la categoría de menos de 48 kilos, que se veía con posibilidades de medalla.

«Estoy muy decepcionada. Estos dos años de preparación han sido muy largos y muy duros, para esto...», se lamentaba la pequeña judoca andaluza, que no dejó de llorar desde que se certificó su derrota en el tatami hasta que llegó a la zona mixta, despedida por una sonora ovación.

«La verdad es que no he escuchado nada», aseguró.

Con la cara cubierta por sus manos y abrazada por su entrenador, el coreano An Jeonwangh, no oyó entonces los aplausos del público, entre tantísimo lloro.

Aunque Julia no estaba de acuerdo con el «waza-ari» con el que puntuaron a su rival, reconocía los méritos de la cubana, más decidida a tomar la iniciativa, para adjudicarse la victoria. Y la deseó suerte a partir de octavos de final. «Ella lo ha hecho muy bien. No me ha dejado», admitía la cordobesa, que ha pasado hambre ya que debió bajar un kilo y medio en un solo día y someterse al proceso de deshidratación para cumplir el viernes con el pesaje.

«Ya da todo igual. Ahora hay que seguir adelante y seguir luchando», decía algo más calmada, aunque le costaba dejar de llorar. Su técnico también seguía enjugándose las lágrimas al otro lado del pasillo. El madrileño Fran Garrigós también perdió su primer combate en la categoría de 60 kilos.

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