Alexander Zverev, un oro que lo hace único

A todas las expectativas creadas con su tenis ya ha dado respuesta Alexander Zverev , campeón olímpico en Tokio 2020 por galones, fuerza y coraje.

El alemán ya había ganado medalla, y de las grandes, al frenar a Novak Djokovic en semifinales, proeza de las buenas porque el serbio iba disparado hacia el oro en su sueño de lograr el Golden Slam, los cuatro Grand Slams y la gloria olímpica en el mismo año. Pero superó el escollo del serbio, que lo fulminó con un 6-1 en el primer set, pero que se vino abajo después, exhausto mentalmente tras perder esa oportunidad. Incluso cedió en la lucha por el bronce, contra Pablo Carreño, desquiciado por sus propios nervios.

En el último partido del torneo, Zverev mostró su imperial tenis ante un Khachanov demasiado nervioso. En una hora y 19 minutos arrolló al ruso por 6-3 y 6-1 y se arrodilló después en la pista, sonriente porque es un exitazo que supera incluso los que lleva en el tenis ATP.

Para siempre Zverev es de oro, a la espera de que en el circuito consiga también cumplir las expectativas con un Grand Slam . Se quedó cerca en el US Open 2020, pero ya se acerca con soltura a esas rondas en las que se hacen los campeones. Él ya lo es. Un oro que lo hace grande y único, pues es el primer tenista masculino en conquistar esta proeza, 33 años después de la medalla lograda por Steffi Graf en Seúl 88.