Fútbol

Seis aficionados franceses confunden Budapest con Bucarest y se pierden el partido de su selección

La historia ha recordado a aquella broma que se viralizó en la que un tifosi italiano de la Juventus confundió Cádiz con Cardiff y se coló en la Tacita para ver la final de Champions

EFE

Seis aficionados franceses confundieron Budapest con Bucarest y viajaron a la capital rumana en vez de a la húngara , adonde habrían querido llegar para ver el Francia-Hungría del Grupo F que se disputó el sábado en Budapest, según informa el periódico rumano Jurnalul National.

Los seis se dieron cuenta de su error el mismo sábado después de aterrizar y tomar un autobús hacia el centro, mientras bebían cerveza con aficionados ucranianos desplazados hasta Bucarest para el Ucrania-Austria del lunes (Grupo C)

«¿Venís de Kiev?», les preguntó el periodista de Jurnalul National, a lo que los aficionados respondieron que no, que se habían equivocado de sede de la Eurocopa y tenían entradas para el Hungría-Francia que iba a jugarse en unas horas en el Puskas Arena de la capital húngara.

Una vez conscientes de su error, los seis seguidores de los 'Bleus' decidieron quedarse en Bucarest hasta este miércoles, cuando Francia se enfrentaba en Budapest a Portugal en el último partido de su grupo. Lo más curioso de toda esta historia es que estos compañeros de trabajo no se dieron cuenta en ningún momento de su error. No se percataron al llegar al aeropuerto, ni siquiera se les ocurrió mirar si la ubicación estaba bien. Uno de los integrantes del grupo reconoció que «tenemos que aprender más de Europa».

Ha recordado al error de ese aficionado de la Juventus de Turín que se vino a Cádiz a ver la final de la Champions League en lugar de a Cardiff (Gales) . Obviamente, se demostró poco después que fue una broma en redes sociales.

También recuerda la Agencia EFE que el mismo error con Budapest también lo cometió en 1992 Michael Jackson. Antes del concierto del rey del pop en Bucarest, Jackson saludó a sus fans desde el balcón del Palacio del Parlamento rumano. «¡Hola Budapest!», gritó.

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