«Había mucha tensión y hubo más insultos, le desearon la muerte a los niños»

No dudó ni un solo momento. En el instante en el que Leo Cornejo, entrenador del infantil B del San Fernando, supo que uno de sus jugadores estaba siendo insultado con ataques racistas comunicó al árbitro su intención de retirar al conjunto del terreno de juego, sin recibir ningún impedimento por parte del colegiado.

«Todo comenzó con el segundo gol. Faltaban ya diez minutos para acabar y vi como mi jugador estaba hablando con el árbitro. Entonces grité pidiendo que no protestara, que no se protestaba y el árbitro se acercó a mí para comunicarme que le habían insultado. Entonces pedí retirar al equipo», asegura.

El niño había identificado a la persona que estaba realizando improperios hacia su persona «por lo que me dirigí hacia él para pedirles explicaciones.

Era uno de los padres del equipo contrario y su respuesta fue que mis jugadores lo que tenían que hacer era tener puestos los cinco sentidos en el campo y no en la grada. Ahí supe que no servía para nada hablar con él. El padre de mi jugador también acudió y se puso muy nervioso. No entiendo la tensión que había en el campo».

El problema es que no fue el único que recibió insultos. «Fueron varios de mis jugadores los que sintieron esa presión de la grada. Con insultos en los que le deseaban la muerte. Los padres hay veces que en vez de ayudar entorpecen y no se dan cuenta que esto es un juego y son niños los que están en el campo».

Ahora el esfuerzo de todo el equipo se centra en dar apoyo al joven jugador. «El resto de compañeros se han volcado con él y parece que ya está mejor, pero fue un mal trago y se fue llorando del terreno de juego. Una situación muy complicada para un niño. Salió mal pero parece que ya está mejor».