La UEFA ha decidido sancionar a la Federación Croata de Fútbol con una multa económica de 100.000 euros por los incidentes acaecidos durante el partido que enfrentó a los balcánicos con la República Checa el pasado viernes, 17 de junio.

El choque se vio interrumpido por el lanzamiento de varias bengalas por parte de la hinchada croata. El suceso obligó a detener el encuentro durante varios minutos, y sirvió como antesala de la remontada checa, que empató el partido a dos cuando apenas restaban cinco minutos para el final del partido.

La sanción no coge por sorpresa a los croatas, que ya habían protagonizado incidentes de esta índole en la fase previa de la Eurocopa. La exposición de un símbolo de ideología nazi sobre un pedazo de césped sirvió para descontarles un punto en la clasificación y obligarles a jugar dos partidos a puerta de cerrada.

Al término del partido frente a la República Checa el seleccionador croata, Ante Cacic, se refirió a los responsables del lanzamiento de bengalas como «violentos que no deberían de estar en un estadio». «El 95% de aficionados croatas sienten vergüenza por estos hooligans», sentenció Cacic.

El jugador del FC Barcelona, Ivan Rakitic, pidió perdón «a la UEFA, a la República Checa y a todos los que vieron el partido» por los incidentes. Cuando fue preguntado por una posible sanción, como pudiera ser la expulsión del torneo, Rakitic comentó que era «posible que les obligasen a jugar unos partidos a puerta cerrada por culpa de esos hinchas estúpidos».

Finalmente el suceso no acarreará mayor problema para el combinado croata, que podrá disputar el partido del martes frente a España sin otra preocupación que la de conseguir una victoria que les permita acceder a los octavos de final como primeros de grupo.