Eurocopa 2016

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Eurocopa 2016 La «tranquilidad» de De Gea

El guardameta se muestra impasible pese a la vorágine generada tras su implicación en un caso de abuso sexual

De Gea, en el entrenamiento de ayer, tras su comparecencia
De Gea, en el entrenamiento de ayer, tras su comparecencia - AFP

Bajo la atenta mirada de varios de sus compañeros, escondidos tras las bambalinas, David de Gea afrontaba este viernes uno de los trances más complicados de su carrera deportiva. Ante un ejercito de periodistas y bajo los inisistentes disparos de decenas de cámaras, el guardameta de la selección salía a explicar el origen de su implicación en un supuesto caso de agresión sexual.

Fueron ocho minutos escasos de comparecencia en los que apenas quedaron claras dos cosas. La primera, que el guardameta proclama e insiste en su inocencia, lo recalcó hasta en cinco ocasiones. La segunda, que De Gea es uno de los tipos con mayor temple que ha pasado por la selección.

A cuatro días escasos del debut de la selección en la Eurocopa, encendido el debate de la portería que le enfrenta con Casillas, De Gea no mostró un atisbo de nerviosismo, de desconfianza o de duda. El rostro relajado, la media sonrisa y la actitud vital que demostró ante las preguntas de los periodistas hablan a las claras de su carácter. «Es todo falso, soy el primer sorprendido con esta noticia y desde aquí quiero desmentirlo y nada más», dijo con los brazos cruzados y apoyados en la mesa, como quien cuenta algo sin importancia. Hasta la forma en la que explica cómo se enteró del asunto transmite serenidad: «Estaba tranquilo en la habitación, jugando a la Play. Lo primero fue avisar a la familia, que ya me conocen de sobra y saben que todo esto es falso. Es lo más importante, que la familia esté tranquila».

¿Es posible que no se altere un futbolista de 25 años al que un informe policial puede poner en jaque su carrera? En su caso, sin duda. Lo garantizan también quienes mejor le conocen. «Estoy muy tranquilo. Sé lo que he hecho con mi vida, que es todo falso y poco más tengo que añadir, la verdad», repitió sin inmutarse. Como cuando le cuestionaron si había pensado abandonar la concentración. Alzó las cejas como sorprendido por la pregunta: «Para nada. Esto me da si cabe más fuerzas para entrenar más, para estar con más ganas. Pueden poner todo lo que quieran». Tanta contundencia sorprendió hasta a Del Bosque. «En la charla que hemos tenido estaba muy tranquilo, era asombroso. Le he visto con un aplomo impropio para su edad. Eso demuestra su credibilidad», dijo el preparador en la Cadena Cope.

Y así continuó, pese a la insistencia de los medios, hasta que la jefa de prensa de la Federación decidió que no había más preguntas. De Gea se levantó y se marchó a entrenar, a hacer lo que más le gusta. En el entrenamiento Del Bosque le situó entre los titulares. Todo apunta que, salvo giro inesperado de la trama, el guardameta no ha perdido su ventaja para ocupar la portería en el primer partido de España, el lunes ante la República Checa.

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