FC Barcelona
Bartomeu salva a Ernesto Valverde
Pese a las presiones de la junta, el presidente del Barcelona decide mantener al técnico
Cuando un entrenador es ratificado en el cargo suele ser el preludio de un despido que se está gestando. Ernesto Valverde se encontraba en esta tesitura después de que Josep Maria Bartomeu le confirmara en el cargo hasta dos veces en los últimos quince días, tras la eliminación de Anfield, y la plantilla, encabezada por Leo Messi, diera luz verde a su continuidad. Después, el caldo de cultivo generado desde la derrota ante el Valencia en la final de Copa había vuelto a poner en entredicho la situación del técnico vasco y ayer mismo ya se anunciaba que tenía las horas contadas por una emisora muy afín al club catalán (RAC1) .
Fuentes consultadas por ABC desmintieron a lo largo de ayer que Valverde fuera a ser despedido de forma inmediata. Si bien en los planes de Bartomeu nunca se ha contemplado un cambio de entrenador, las voces discordantes surgidas en el seno de la junta eran cada vez más fuertes y han presionando al presidente para que acometa un relevo en el banquillo. Con la seguridad de que la plantilla necesita ser agitada con una amplia y profunda remodelación, el argumento de los detractores de Valverde es que un técnico que ha sucumbido a los deseos de los jugadores de más peso no puede encabezar una revolución.
Además, había otros argumentos. La mochila con la que debería cargar tras tropezar por segunda vez con la misma piedra en la Champions es demasiado pesada ante unos críticos que le morderán la yugular al más mínimo error. A ello hay que sumar la voz popular. La masa social azulgrana considera a Valverde el máximo responsable de una temporada desilusionante a pesar de haber ganado con holgura la Liga. El objetivo era la Champions y el preparador no ha sido capaz de alcanzar la final en las dos temporadas que dirige al equipo culé. Las improvisadas encuestas le otorgan un 60 por ciento de culpabilidad.
Tercera confirmación
Con la idea generalizada de que el futuro de Valverde pendía de un hilo, anoche se confirmaba, por tercera vez desde el infausto partido de Anfield Road, que Bartomeu mantiene en el cargo al «Txingurri» Valverde y que, aunque en el planeta fútbol nada es seguro, dirigirá al cuadro blaugrana la próxima temporada. Todo apunta a que la hoja de ruta de Bartomeu pasa por programar un nuevo proyecto en el que Leo Messi es el único que tiene el puesto asegurado en la plantilla.
Se le achaca al mandatario el excesivo poder que ha dado a la dirección deportiva, encabezada por Pep Segura , aunque ni su adjunto, Ramón Planes, ni Eric Abidal salen bien parados. Además de la nula aceptación por parte del vestuario, a Segura se le achacan una errática política de fichajes y ciertas divergencias con el estilo que gusta que en el Camp Nou, basado en la posesión y el toque.
Se abre ahora una ronda de citas con la dirección deportiva en las que Bartomeu irá pulsando las opiniones de directivos y ejecutivos, antes de tomar decisiones sobre la plantilla. Lo que tiene claro el mandatario es que no se quiere precipitar y que las bajas y las altas en el cuadro culé serán muy meditadas. No se quiere caer en los errores del pasado reciente, cuando la baja de Neymar fue cubierta a golpe de talonario, pagando fichajes como los de Coutinho y Dembelé muy por encima de sus valores de mercado, para constatar un rendimiento posterior muy decepcionante en el caso del brasileño y bastante ramplón en el del francés. Tampoco se quiere caer en el error de traer hombres como Mina, Murillo y Prince Boateng, intrascendentes para una plantilla como la del Barcelona.
En cualquier caso, será Valverde quien gestione el vestuario. Aunque, por si acaso, hay quienes habían ya pensado en hipotéticos recambios y desde el club catalán se habían filtrado nombres como los de Koeman, Ten Hag, Klopp o Robert Martínez.
Noticias relacionadas
