Al presidente del Levante Quico Catalán no le gustó la forma en la que su equipo cayó en el duelo ante el Athletic Club de Bilbao en el estadio de San Mamés. Los valencianos levantaron el 2-0 inicial del conjunto rojiblanco, pero poco después de lograr el 2-2 vieron cómo el colegiado señalaba un penalti que Muniaín transformó en el 3-2 definitivo .
«Lo de hoy es inadmisible, siempre he sido un presidente que ha actuado con educación. Pero ya no, lo de hoy es una auténtica vergüenza . Han sido 3 decisiones arbitrales que cuando el árbitro llegue a su casa se echará las manos a la cabeza. No me creo el VAR », señaló el dirigente levantinista en referencia a la pena máxima ratificada por el videoarbitraje.
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