Fútbol
Así fue el diálogo con el árbitro en las polémicas del VAR
El Comité de Árbitros desveló en cuatro vídeos los entresijos de cuatro posibles penaltis controvertidos de la Liga
Carlos Velasco Carballo, presidente de los árbitros, ofreció durante la presentación del balance de la implantación del VAR en la Liga cuatro jugadas polémicas y el diálogo que hubo entre los árbitros de VAR y los colegiados en el campo. Son éstas por orden de aparición:
Athletic-Getafe: Penalti a Mata
Se produce un posible penalti Íñigo Martínez a Mata en los últimos instantes de partido e Iglesias Villanueva, que no pita penalti, no se atreve a designar el final del partido hasta que no se revisa la jugada en la sala de VAR. «Aguanta, Nacho... Tranquilo», le dicen en la estancia del vídeo. «Ok, ok. Está todo bien. Puedes pitar (el final del partido), Nacho. Tiempo cumplido».
Real Madrid-Real Sociedad: Penalti a Vinicius
El árbitro Munuera Montero no ve penalti en el derribo de Rulli a Vinicius al entender que el portero toca el balón. Desde la sala de revisión, se escucha a Melero López. «Quiero verla, quiero verla. Despacio. Dame otra toma...». Después de la repetición, dice: «Nada, nada, nada, nada, para adelante. Tiramos para adelante. José luis, todo OK».
Valladolid-Atlético: Mano de Olivas
En una jugada dentro del área del Valladolid, dispara Griezmann y el balón da en el brazo de Kiko Olivas. Desde la sala de VAR le dice a Undiano Mallenco: «Estamos chequeando la jugada... Para, para, para, Alberto. Te recomiendo que vayas a revisarla porque hay una mano muy despegada en el golpeo a puerta». El árbitro, que no lo había visto, pitó penalti.
Valladolid-Atlético: Mano de Arias
En el mismo partido, se produce una jugada similar en el área del Atlético. Un centro de Nacho pasa junto a la mano de Arias. Desde el VAR le piden a Undiano que pare el juego. Se escucha el diálogo del árbitro con los jugadores, a los que pide paciencia. «Tranquilos, que me van a decir». Desde la sala VAR, le piden que continúa el juego porque no ven penalti. «No es mano. No hay ninguna toma en la que se vea claro que toque en la mano, ni siquiera que le roce. No es mano». El juego siguió.
