Inzaghi comienza a perder la paciencia con Fernando Torres

Fernando Torres no está ofreciendo el resultado que los técnicos del Milán esperaban de él. Su participación en el derbi de la última jornada ante el Inter, en el que disputaba 72 minutos, resultaba totalmente intrascendente y, aunque en sus declaraciones Pippo Inzaghi intentaba transmitir confianza al delantero, el entrenador rojinegro comienza a perder la paciencia con él.

A sus 30 años, la versión de Fernando Torres en Italia está realmente alejada de sus mejores días en el Atlético y en el Liverpool. Cedido dos temporadas por el Chelsea, donde Mourinho le colgaba el cartel de cuarto delantero, el internacional español no ve puerta en el Milán y los tiffosi comienzan a poner en entredicho el fichaje de un jugador que solo ha marcado un gol desde que en verano aterrizara en San Siro.

Con el «9» a la espalda, Fernando Torres dejaba su sello en su primer partido como titular con el Milán. El madrileño, que ya había debutado una jornada antes, marcaba un bello tanto de cabeza ante el Empoli. Los aficionados del Milán vieron en él al delantero que demandaban para no repetir la horrible temporada firmada el curso anterior, en la que el club lombardo quedaba fuera de Europa. Sin embargo, desde aquel idilio inicial con el gol, el ariete no ha vuelto a ver puerta y los murmullos se suceden ahora en la grada.

«Lo vamos a recuperar», afirmar Inzaghi cuando el Milán anunciaba este verano el «fichaje» de Torres. Sin embargo, pasados sus primeros meses, la realidad es que el español sigue sin aparecer y, sobre todo, sin marcar goles. El técnico, al menos fuera del vestuario, mantiene la confianza en el ariete y asegura que romper esta racha negativa es solo cuestión de tiempo.

Pippo Inzaghi no arroja la toalla, aunque el tiempo corre en contra del delantero de Fuenlabrada. «Da todo y siempre pongo el ejemplo de Hernán Crespo. Carlo Ancelotti estuvo pegado a él cuando no anotó durante dos meses y, cuando el argentino marcó el primer tanto, ya no dejó de ver puerta», explicaba el técnico al término del derbi ante el Inter. La paciencia que parece querer transmitir el técnico no cala en las gradas de San Siro y la afición milanista comienza a no perdonar ni un fallo al español.