Alonso y Briatore, reencuentro en el puerto de Mónaco

Mónaco es punto de tradiciones y costumbres. Y una de ellas se ha consolidado en el tiempo. Es la habitual cita a finales de mayo entre Fernando Alonso y su antiguo jefe y mánager, Flavio Briatore. El piloto español compartió cena con el empresario italiano, afincado en Londres, pero con casa, barco y negocios en Mónaco.

Alonso y Briatore quedaron porque son amigos. Una amistad labrada desde hace casi quince años y que perdura en el tiempo. Fueron jefe y empleado en Renault y mantuvieron una relación de confianza, mánager el empresario italiano del piloto estrella y siempre alcanzaron una buena sintonía.

En Mónaco suele aparecer Flavio Briatore, desvinculado de la Fórmula 1 por una sanción en la carrera de 2008 en Singapur (el autoaccidente de Nelsinho Piquet).

El castigo ya ha cumplido su trámite, pero el italiano no quiere regresar a la dirección y gestión en la Fórmula 1, pese a los constantes llamamientos de Bernie Ecclestone, que lo considera la persona ideal para sucederlo al frente de la Fórmula 1.

Briatore siempre ha estado cerca de Alonso. Acudió a la puesta de largo del Museo y el circuito de karts en Asturias que lleva el nombre del piloto, se burló con sarcasmo de Matteo Mattiacci, el exjefe de Alonso en Ferrari, y suele cenar de tiempo en tiempo con el piloto asturiano o sus personas de confianza.

El imponente yate de Briatore no ha sido visto en el puerto de Mónaco estos días ni tampoco el magnate en el paddock de la Fórmula 1. Sí es propietario de uno de los locales más chic de la Costa Azul, el Billonaire, con sucursales en otras ciudades del planeta.