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UD Melilla 0-1 Cádiz CF (CRÓNICA) Cifuentes conquista el norte de África

Un gol de Álvaro García y las intervenciones del portero cadista, claves para que el equipo amarillo se estrene ganando a domicilio

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Los jugadores del Cádiz CF celebran el gol en Melilla
Los jugadores del Cádiz CF celebran el gol en Melilla

Alberto Cifuentes se resarció hoy de su error en Granada con una actuación divina que le ha servido al Cádiz CF para sumar su primera victoria fuera de Carranza en Liga. Las paradas del veterano arquero y el gol de Álvaro García en el minuto 20 fueron suficientes para conseguir un triunfo muy injusto dadas las oportunidades que tuvo el Melilla, que dejó claro porque se encuentra en puestos de descenso, y no por su juego, sino por lo negado que están sus delanteros de cara a portería. Mucho más hoy, que se han encontrado con un gigante llegado de Polonia y que deja en el recuerdo del mejor olvido a Aulestia.

Parece que la defensa del Cádiz CF está gafada y de eso dio señales desde el inicio.

Si no es por errores tácticos, de concentración o en cadena provenientes desde los delanteros, pasando por los centrocampistas, es por la mala suerte de un resbalón como el que tuvo en el primer minuto de juego Mantecón, que en su intento de ceder a Cifuentes un balón fácil cayó al suelo y dejó a Nacho Aznar un regalito, con lazo y todo, que el delantero del Melilla no supo aprovechar ya que en el mano a mano con Cifuentes estrelló la pelota en el palo para alivio de un Claudio que ya tuvo su primer cabreo. El primero de muchos.

Pasado el susto inicial, el Cádiz CF comenzó a carburar. Y lo hizo gracias al ingenio de Quintana, que puso un balón franco y en profundidad a Álvaro García que el utrerano conectó con Salvi para que este enviase su remate alto. Esa oportunidad dio frescura al ataque del Cádiz CF, que en solo dos minutos forzó un saque de esquina sin consecuencias y una media ocasión de Güiza, que no se creyó verse tan solo y su control defectuoso le impidió enfrentarse al meta Dani Barrios en una jugada que el Melilla pidió fuera de juego del jerezano.

Poco a poco, aunque sin grandes ocasiones, el Cádiz CF volcó el campo hacia los dominios del arquero melillense. Entre Abel, Quintana (que dio la sensación de perderse en la mediapunta acostumbrado a organizar desde la medular) y Güiza armaron de criterio el ataque amarillo y comenzó a tocar y tocar hasta encontrar espacios, siempre complicados de ver fuera de Carranza. Pero lo cierto es que las mejores oportunidades las ponía el Melilla, en gran parte, por las imprecisiones de la defensa amarilla. Primero una temeraria cesión a Cifuentes, que en apenas cinco minutos se disfrazó de héroe para despejar un buen zurdazo de David Vázquez a la cepa del palo y después para sacar de la escuadra un cabezazo de Garrido en propia puerta. También el lateral derecho (¡vaya con los laterales del Melilla!) Pepe Romero se adentró en el área tras evitar un encontrozano con Tomás, que se vio superado una jornada más por su banda.

Pero cuando estaban peor las cosas para el Cádiz CF, mejor las pusieron para los intereses gaditanos los defensores del Melilla, que regaló el primer gol a Álvaro García tras un centro endeble de Mantecón que incompresiblemente llegó, mansamente, al segundo palo donde apareció el utrerano para rematar a bocajarro a Dani Barrio ante la pasividad de la zaga local.

A los 25 minutos, el Melilla volvió a evidenciar sus problemas para hacer goles y la ya consabida fragilidad de la defensa del Cádiz CF. Otra vez Nacho Aznar -el responsable directo de que el Cádiz CF de Calderón se clasificase para jugar el ‘play off’ fallido contra L’Hospitalet al marcar un hat trick al Guadalajara en la penúltima jornada-, no atinaba tras un gran servicio de Mahanan dentro del área que el delantero melillense voleaba fuera para fortuna de un Alberto Cifuentes que debería plantarse hoy mismo en el despacho del presidente para que en enero fortalezca como sea esa retaguardia, su retaguardia y la de todo el cadismo que está presenciando desde el año pasado como con esa zaga no se puede ascender cuando los que disparan a puerta son jugadores que buscan el acceso a Segunda A allá por mayo y junio.

El Melilla, que por justicia no debería estar por debajo en el marcador, encerró al Cádiz CF en su campo en la búsqueda del empate hasta el descanso. El gol de Álvaro García espoleó al Melilla, que en puestos de descenso, no podía permitirse el lujo de caer en su casa por mucho que el rival fuese el Cádiz CF. Afortunadamente, el Cádiz CF salió de su campo buscando aire y quitándose de encima la presión melillense, que fue a menos.

Que el Cádiz CF llegase al descanso ganando 0-1 solo se entiende por el nulo acierto de los atacantes del Melilla, que en el 45? volvió a desperdiciar una magnífica ocasión, en este caso David Vázquez, que se encontró un balón dentro del área pero se topó con Cifuentes, otra vez. La jugada acabó sacándola Mantecón bajo palos tras el rechace rematado por Bolaños.

Nacho Aznar, a lo Messi… y Cifuentes, a lo suyo

La reanudación fue más de lo mismo, es decir, un Melilla atacando desde el principio y sacando un córner rematado por Bolaños, que por enésima vez remató libre de marca ante la pasividad de una defensa que no se acostumbra a defender en zona. Más cerca estuvo de marcar el Melilla tres minutos después, cuando Nacho Aznar emulaba a Messi para hacer un traje a Josete y otro a Servando, pero tras dejar a los dos sentados, volvió a toparse con Cifuentes. Otra vez el Cádiz CF se sentía contra las cuerdas y Claudio comenzó a mover el banquillo dando entrada a Fran Machado por el canterano Quintana, que contradictoriamente jugó peor con menos responsabilidad como enganche. Y sí, al menos en los primeros minutos que el granadino estuvo sobre el piso, el Cádiz CF retomó el control del balón.

Pasado el cuarto de hora, por fin Servando se interponía en el camino de Nacho Aznar para evitar el remate del ariete con pasado colchonero y enviar el esférico a córner. El Melilla, entre Chupe y Sucian, bailaba por momentos al once amarillo, pero la falta de pegada del conjunto norteafricano volvía a aliarse con el Cádiz CF, que se quedaba en el 65? sin Josete, que dejaba lesionado su sitio a Aridan. También se quedaba sin cambios, como el Melilla, que sacaba toda su artillería para empatar el partido. Pero Currás, técnico local, también se equivocaba sentando a Sucian y Manolo, hasta el momento los más incisivos del ataque norteafricano, que ganó en pólvora, pero perdió en imaginación.

A medida que avanzaba el partido y pasado el carrusel de cambios, el Cádiz CF se hacía con el centro del campo. Eso motivó que llegase una gran asistencia de Güiza a Salvi, pero el sanluqueño no llegó a rematar dentro del área pequeña una opción clara para sentenciar el choque.

Pasaban los minutos y el Cádiz CF seguía durmiendo el partido. Entre medias, una internada de Salvi por banda derecha casi se convierte en el segundo y definitivo pero su pase de la muerte tras dejar atrás a Bolaños no encontró, por poco, a Güiza.al César de lo que es del César, porque si la defensa del Cádiz CF estuvo muy desacertada en todo momento, un aprobado sí que se ganó a la hora de salir al fuera de juego, trampa en la que no pararon de caer Plata, Cascó, Aznar y compañía. Y si Aridane, en su línea habitual, no entró muy bien al partido, sí que salvó del empate al Cádiz CF cuando se cruzó de manera providencial para evitar que el delantero melillense fusilase a Cifuentes a cinco minutos del final.

Ya en el descuento, Fran Machado acarició el gol pero llegó muy escorado a una jugada bien engarzada por los atacantes amarillos. Fue la respuesta del Cádiz CF al último acercamiento del Melilla, que volvió a encontrarse con un enchufadísimo Cifuentes, que salió a los pies de Plata.

Con el pitido final, el Cádiz CF celebraba su primera victoria a domicilio en Liga labrada en el acierto de Cifuentes. Tres puntos muy importantes para recuperar la confianza pero que siguen dejando latente la preocupante falta de seguridad que sigue habiendo en la retaguardia amarilla.

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