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El Bilbao Athletic, corto de gasolina, teme a la caldera de Carranza

Los problemas físicos han aparecido en los últimos partidos en la recta final y han podido ser decisivos

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El Cádiz CF no acenderá tampoco este año al perder la eliminatoria con el Bilbao Athletic.
El Cádiz CF no acenderá tampoco este año al perder la eliminatoria con el Bilbao Athletic.

Este domingo el Ramón de Carranza será una caldera, un horno, una olla a presión. Casi literal, y no únicamente por el empuje de la afición amarilla. El Cádiz CF decidía fijar el horario del encuentro ante el Bilbao Athletic a las 12 del mediodía.

Intervienen en la decisión, aceptada por el míster, factores como la superstición (ha ido bien esta temporada jugando a esa hora) y que los jugadores llevan toda la campaña entrenando por la mañana y se sienten más cómodos en esa franja. Se cambió ante el Oviedo y se falló, se recuperó el horario frente al Hércules y se superó la eliminatoria.

El gran problema es que los demás equipos no juegan a la tarde por capricho, sino por el calor que en esta época del año, ya en verano, aprieta de lo lindo.

La AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) prevé para ese domingo unas máximas de 39 grados. Una barbaridad para jugar al fútbol.

Este hecho preocupa a los cachorros del Bilbao Athletic, si bien no está claro quien sale más perjudicado: si un conjunto repleto de jóvenes jugadores que deben defender una renta o una plantilla con seis años más de media que nada más pite el colegiado tendrá que intentar la machada e ir a por los dos goles.

Pero en el seno del club vizcaíno no la tienen todas consigo con respecto al apartado físico. Con el balón en los pies los pupilos de Ziganda han demostrado ser muy superiores a los de Claudio Barragán. Sin embargo, en Bilbao aseguran que los chicos han llegado muy justos de gasolina al tramo final; la temporada es muy larga y se hace notar en las piernas de unos jugadores que por inexperiencia muchas veces no dosifican bien los esfuerzos.

El ‘Cuco’ Ziganda lo reconocía tras el encuentro de ida. «El equipo estuvo muy motivado, con mucha energía, contagiado por todo el ambiente vivido en la capital vizcaína y el esfuerzo de la primera parte pasó factura en la segunda. Hay muchísimos jugadores de primer año y este estrés y estos calores pasan factura».

De ahí que los tres cambios del filial rojiblanco estuvieron condicionados por los problemas físicos. Iñigo Lekue se marchó del césped por un golpe en la cadera; Unai Bilbao se retiró tras sufrir en muchos momentos calambres musculares y Santamaría necesitaba un descanso tras su desgaste. Sin poder hacer más sustituciones, Yeray terminó cojeando con los gemelos subidos, con entradas y salidas del terreno de juego, con una merma en su rendimiento.

Estos problemas físicos también se hicieron patentes en Villanueva de la Serena en el primer duelo de ‘play off’ y también en Murcia frente al UCAM. Incluso en el último choque de la liga regular, cuando los rojiblancos ganaban 1-2 en el Alcoraz, a un zaguero se le subió el gemelo y el Huesca aprovechó para empatar y arrebatarles el campeonato.

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