Análisis del Melilla: Inventar un equipo para dar batalla

Habituado a ser ya un clásico del Grupo IV de Segunda B, el Melilla afronta una temporada más en la que el cuadro norteafricano no pierde comba y en más de una ocasión se ha permitido el lujo de luchar por estar entre los cuatro primeros de la clasificación.

Lujo porque las estrecheces económicas que vive el cuadro melillense, y las circunstancias que rodean a un club que no está en la propia Península Ibérica, hacen que para el Melilla cada campaña que se presenta tenga que inventarse de alguna forma un nuevo equipo para dar batalla.

Para esta ocasión, los azulinos han vuelto a confiar en el gallego Fernando Currás, artífice del séptimo lugar que el club consiguió la pasada campaña, a un sólo paso de jugar la Copa del Rey.

Una gran temporada en la que los del Álvarez Claro dieron mucha batalla y vendieron cara la piel sobre todo jugando como locales, donde año tras año siguen siendo muy fiables.

Un equipo mínimamente renovado, con poco más de un jugador por línea y sin futbolistas que han sido importantes en el club. El primero de ellos Chota, que rechazó una oferta de renovación muy a la baja de la entidad, dejando claro que el club no estaba por la labor de contar con los servicios de un delantero que le ha dado muchos goles al Melilla pero que también ha sido muy polémico. Entidad y jugador se encuentran en pleitos en la actualidad.

Además de Chota, otros como Guille Roldán y Pedro Conde han dejado el club norteafricano. Ello ha producido incorporaciones importantes, caso del meta Dani Barrio, o el centrocampista David Vázquez, a la par que otros como Diego Cascón o Plata.

Con sólo cinco goles anotados, el Melilla sufre para ganar partidos porque no tiene eficacia arriba. Carece de profundidad por las bandas y se encomienda en demasía a la inspiración de jugadores como Sufian y David Sánchez. Éste último marca el ritmo en el equipo de Fernando Currás.

La portería

Suplente en el Leganés, Dani Barrio se ha convertido en el meta titular del Melilla esta temporada. Fichado en verano, el portero destaca por ser ágil y tener poderío en balones altos. Sus lagunas se centran en un mal juego con los pies. Ha encajado ocho tantos hasta ahora, uno por partido. En el banquillo espera Álvaro, inédito hasta ahora.

La defensa

Currás tiene muchos problemas esta campaña con la zaga defensiva, con jugadores reconvertidos y otros que no tienen un sustituto claro. Empezando por el centro, Mahanan y Pedro Bolaños son los habituales. El primero es el capitán del equipo, especialista en rematar el balón parado y muy contundente. Eso sí, los años le pesan y no destaca por su velocidad. Por su parte, Bolaños es el encargado de sacar el balón aunque realmente es un centrocampista de corte defensivo. Suele perder la posición.

En el lateral derecho Currás sólo cuenta con Pepe Romero. Ex del filial del Elche, a sus 22 años destaca más por su aportación ofensiva que defensiva. La otra banda es para Hamin, otro medio jugando en la defensa que es más un parche que otra cosa. Fuerte pero sin cualidades para ser lateral.

El centro del campo

Nando es el hombre ‘escoba’ del Melilla en la medular. Encargado del juego destructivo y de que el balón llegue limpio al artista del equipo, David Sánchez. Por él pasa todo el juego, su rendimiento condiciona mucho que el conjunto melillense saque sus partidos adelante. Canterano del Barcelona, tiene calidad a raudales e incluso gol, pues lleva dos tantos hasta ahora.

En la banda derecha, Currás cuenta con un fichaje de esta campaña, Chupe. Un futbolista muy vertical, con buena visión de juego y que ha sido de lo mejor que ha contratado el Melilla. La banda izquierda está mermada pues para el partido ante el Cádiz, David Vázquez y Sufian son dudas. Ambos son de lo mejor del equipo, marcan diferencia. El primero puede jugar en el medio aunque escorado a banda. Si ninguno de los dos puede estar en el campo, Manolo será titular ante los amarillos. Un futbolista bastante irregular.

La delantera

Los problemas del Melilla llegan en la zona de ataque. Los de Currás crean ocasiones pero no le meten un gol a nadie. Realmente el esquema del equipo es con dos delanteros, sin un media punta claro. No obstante, Nacho Aznar suele jugar algo más retrasado. Canterano del Atlético, es un clásico del equipo a sus 32 años.

Para suplir a Chota, el Melilla reza por el gol con Diego Cascón. Un ariete importante en el Jaén y que ha aterrizado en Melilla tras su paso por la liga colombiana. Acaba de salir de una lesión al igual que Plata, el ex del Cacereño que no está a su mejor nivel. Ninguno de los dos ha visto puerta aún.