Cádiz CF

¿A qué jugar?

Se le acumulan las soluciones a un entrenador que quiere aunar dos estilos en el juego de su equipo

Alfonso Carbonell

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Álvaro Cervera sigue trabajando la forma de jugar del equipo.

Era un debate que más tarde o más temprano se iba a presentar encima de la mesa. Es imposible que a un equipo como el Cádiz CF, tan competitivo y genial en unos partidos como mediocre en otros, no le visiten las derrotas de vez en cuando. Y en esto del fútbol ya se sabe lo que pasa cuando el equipo encadena una derrota con otra. Y mucho más si, para colmo, el juego del mismo no enamora por igual a todos los aficionados. Exacto, llega la crisis de resultados, se acerca el equipo a la zona de la lucha por la permanencia, llegan los nervios y con ellos los pitos en el campo y... ¡tatachán!, aparece la palabra ultimátum. Nada nuevo.

El caso es que el gol en el descuento del pasado lunes en Albacete de Dani Romera, acompañado de un gran partido realizado por los de Cervera, no solo ha frenado las primeras críticas serias que le hubieran podido caer al Cádiz CF de Cervera sino que ha llenado de confianza la moral de buena parte de esos aficionados que bien podrían estar perdiéndola tras la derrota en Mallorca. Y es que lo importante no solo ha sido el punto rescatado 'in extremis' y de tacón sino la veracidad del mismo ya que el juego de los amarillos fue no sólo mejor que el de su rival sino el mejor que se ha visto durante toda la temporada. Y sí, no fue por rachas, fue continuo.

Mucho se habla del aspecto ultradefensivo que marca la tesis cerveriana pero sería injusto hacerle recaer todo lo que después se ve en el campo al entrenador, que suele desprender en rueda de prensa su inconformismo con lo visto en el campo después de un mal papel jugado por los suyos. De entrada, solo hace falta echarle un vistazo a sus recientes alineaciones para comprobar como últimamente suele despreciar una de sus bandas, las que con Alvarito y Salvi eran sagradas.

Sus planteamientos, sus once titulares y la manera de hacer salir al equipo en cada partido puede llevar a pensar que algo está cambiando en la psique del entrenador cadista. Ya se podía vislumbrar algo de esto en cuanto a los fichajes que llegaban al Cádiz CF este pasado verano. Ager Aketxe, Karim Azomoum y el propio Manu Vallejo  son jugadores con alta capacidad de asociarse con jugadores que ya estaban como Álex Fernández, José Mari o, el más importante de todos en este apartado, Alberto Perea.

Ya en Tenerife, con Aketxe y Perea en el campo, pudo verse algo de lo mucho que se confirmó en Albacete. A este Cádiz CF le puede durar mucho el balón en sus pies y no necesariamente en el de los centrales. Pero todo este cambio de planes puede suponer un problema a la hora de decidir el once.

Porque lo que Cervera pretende conseguir aunar en su equipo es una mezcla de los dos estilos para equilibrar aún más el juego . Por supuesto que en determinados partidos y dependiendo del rival quiere hacerse con el balón, pero para ello deberá inclinarse antes por un tipo de delantero que le prive o no de poder contar con sus dos jugones: Perea y Aketxe. Ahí está el problema. Bendito problema en todo caso.

Es un hecho que tanto el vasco como el manchego aportan mucho más moviéndose en la mediapunta con total libertad que echados a un costado, donde uno se pierde y el otro desaparece. Eso por no hablar de cómo afecta, para mal, en defensa la nula aportación de dos hombres hechos más para correr hacia delante que hacia atrás.

Otra figura que a Cervera no le interesa perder, de ahí su insistencia a la dirección deportiva de tener ese tipo de delantero de referencia, es la del '9' tanque. Bien sea Carrillo, Barco o Lekic, el caso es que al juego primario de este Cádiz CF necesita un ariete al que llevarle el balón al área. Los tres delanteros van bien por alto y las carreras de Salvi y Manu Vallejo necesitan una cabeza de altura donde terminar sus internadas. Pero claro, si juega uno de estos tres no tiene sitio Romera, ese segundo delantero que se encuentra en racha.

Lo mejor de todos es que más que los problemas, lo que se le acumulan a Cervera son las soluciones. Las mismas soluciones por las que si alinea a Romera de segundo delantero no podrá meter de mediapunta ni a Perea ni Aketxe. Las mismas soluciones que si mete a Akexte o Perea a una banda implicará los problemas en defensa para los laterales. Básicamente, lo que viene siendo vestir a un salto para desvestir a otro.

Ya en Albacete tuvo que dejar sentado a Aketxe, ese jugador que puede resolver cualquier partido a balón parado y que tenerlo en el banquillo supone un coste demasiado caro. Pero el caso es que, de momento, no puede hacer coincidir en el mismo equipo al vasco con Perea por aquello de que ambos juegan en la misma demarcación. Sin embargo, y una vez que el partido de marras se ha roto, se ha comprobado que con los dos en el campo el Cádiz CF tiene mucho más el balón que el contrario. Meterlos a los dos en el campo esa ahora mismo una de las ideas que tiene Cervera para poder jugar a otra cosa.

Obviamente, Cervera no renegará del fútbol directo y del contragolpe, pese se ha dado cuentas de que su equipo está formado por jugadores que le mueven a jugar a otra cosa con la que, para más inri, contenta a ese aficionado que reniega del juego de lo suyos por previsible, aburrido y antipático. Cervera se replantea a qué jugar. Y no tiene porque ser malo.

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