El falso mito de la maldición del anfitrión en la Final Four

El último equipo que ganó la Final Four jugando en casa fue el Panathinaikos, que lo hizo en Atenas en 2007. Antes que el equipo griego (hablando siempre y exclusivamente desde que el título se disputa con este formato), lo hicieron el Barcelona en 2003 y el Maccabi un año más tarde. Tres anfitriones campeones en 14 años.

Hasta ahí, podría parecer que el gafe es mayúsculo para los equipos que llegan hasta la Final Four como anfitriones, pero no es así. En esos once años restantes, solo el CSKA (2005) y la Virtus de Bolonia (2002) se quedaron con la miel en los labios en una Final Four disputada en su casa. En todas las demás temporadas, nunca hubo un equipo anfitrión en la final a cuatro por el título, así que ese mal fario, no es tal, realmente.

Encarándolo por el lado positivo, podría decirse que en 3 de las cinco ocasiones en las que el anfitrión disputó su Final Four, terminó levantando el título. Un porcentaje mucho mayor que anima al Real Madrid ante su público.

Los blancos serán mayoría en las gradas del Barclaycard Center por primera vez en una Final Four. Aunque se esperan muchos seguidores griegos y también turcos -es la primera final a cuatro del Fenerbahçe-, lo cierto es que los seguidores del Madrid poblarán buena parte de la que es su casa durante el resto del año.

Será la cuarta Final Four en cinco años para el Real Madrid, que se ha quedado a las puertas del título en dos ocasiones. De esas derrotas, los blancos sacaron enseñanzas que le ayudarán para intentar reverdecer viejos laureles en 2015.