Kuzminskas, uno de los mejores del partido para Unicaja
Kuzminskas, uno de los mejores del partido para Unicaja - EFE
Copa del Rey

Granger quita los complejos al Unicaja

El base se alía con Kuzminskas para llevar al conjunto andaluz a semifinales y olvidar los fiascos coperos de los últimos años

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El gran partido de los cuartos de final de la Copa del Rey, el que enfrentaba a dos de los equipos más en forma de la Liga Endesa, terminó con triunfo del Unicaja, que supo entender mejor el encuentro y se enfrentará al Barcelona en semifinales.

Después del fiasco que supuso quedarse fuera el año pasado en la Copa de la que era anfitrión, el Unicaja acudía a Gran Canaria con la presión de hacerlo como líder de la Liga Endesa. Otra vez los focos sobre el conjunto de Joan Plaza, al que se le nota la madurez y la experiencia acumulada desde aquel palo. Ante un gran Bilbao Basket, construido sobre las cenizas que estuvieron a punto de dejarle fuera de la ACB este verano, los andaluces fueron fieles a sus ideas, con un juego que encontró en Granger su hombre orquesta, perfecto en el ataque el uruguayo, uno de los jugadores más en forma del torneo.

De sus manos nacieron las primeras ventajas malagueñas, cuyo juego en la primera mitad estuvo casi exclusivamente apoyado en el lanzamiento exterior. Hasta siete triples anotaron los hombres de Plaza, que por momentos abusaron de ese arma olvidándose de su superioridad en la zona. Sin Todorovic, el Bilbao apenas tenía piezas para hacer frente al juego interior de los de verde, que esperaron al segundo tiempo para explotar esa zona de la cancha.

Quizá por eso, la distancia al descanso fue solo de cuatro puntos (41-37), fruto del partidazo del mencionado Granger y del lituano Kuzminskas, imparable con once puntos en el segundo cuarto. Si se mantenía en el partido, era porque Mumbrú lo quería. El veterano alero era el sostén, resquebrajado cuando cometió su tercera falta justo antes del descanso.

La salida en tromba del Unicaja nada más volver de los vestuarios puso contra las cuerdas al Bilbao Basket, que por entonces comenzaba ya a evidenciar su falta de fuelle físico. Con una plantilla mucho más corta que la de Joan Plaza, los vascos lo intentaron todo para evitar que el Unicaja se fuera en el marcador, algo que no consiguieron. Los doce de ventaja que amasaron los verdes poco después del descanso (49-37) fueron una constante de ahí al final del partido. Suárez, Stefansson, Toolson, Thomas... todos encontraban el camino de la canasta, mientras los de Sito Alonso se tenían que encomendar a la inspiración de Colom o Bertans.

El 75-70 del último cuarto, a falta de seis minutos, fue lo más cerca que estuvo de la remontada el equipo vasco, que se fue diluyendo buscando el final.

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