La defensa angustia a Simeone

Si hay algo que distinga al Atlético de Simeone , su huella característica, es la fortaleza defensiva. Un rocoso muro de contención construido partido a partido durante siete largos años. Hoy, sin embargo, ese baluarte se tambalea. Aunque en el terreno de juego se mantiene la eficacia, 12 goles en 17 partidos les convierten un año más en el equipo menos goleado de la Liga , la edad de algunos de sus protagonistas y los cantos de sirena de varias potencias europeas con mejor fondo de caja hacen necesaria una reconstrucción. En las oficinas del club rojiblanco ya se han puesto a la tarea, aunque en algunos asuntos parecen ir con retraso.

Son tantos los frentes abiertos en esa demarcación que Simeone comienza a angustiarse. Ni siquiera trata de ocultarlo el argentino, quien se resigna al porvenir y confía en salir indemne, al menos, hasta el cierre de un mercado invernal que se agitó antes de tiempo por el affaire de Lucas con el Bayern : «Hasta que no termine este mes no vamos a estar tranquilos. Siempre existe la posibilidad de que futbolistas extraordinarios que tenemos, otros equipos con grandes estructuras puedan aspirar a tenerlos».

A día de hoy, junto al tema aún no resuelto de Lucas, la mayor preocupación la genera Godín . El capitán, camino de ocho años ya en la nave rojiblanca, termina contrato el 30 de junio y aún no ha alcanzado un acuerdo para renovar. Desde el 1 de enero es libre para negociar con quien quiera. Desde Italia han hecho saltar las alarmas asegurando que el uruguayo ya le ha dado el visto bueno a sus representantes para que cierren un acuerdo con el Inter . Si se marcha, se dará la curiosa circunstancia de que Godín se reencontrará con Miranda, su compañero en tantas batallas en el Atlético, artífices ambos al alimón en los primeros títulos de Simeone con el Atlético. «Ya saben lo que pienso desde hace tiempo de Godín, no hace falta hablar más claro», sentenció el entrenador argentino sobre uno de sus jugadores emblema. «Tanto él como el Atlético están buscando la mejor forma para el bien de las dos partes. Godín sabe lo que pienso, el club también y ellos decidirán lo que crean más conveniente». La cuestión principal que angustia al técnico y también a los aficionados atléticos es por qué no se ha resuelto ya este asunto. Pese a que está cerca de los 33 años sigue siendo una pieza esencial en la zaga. Se ha ganado un merecido respeto. Es el hombre al que todos miran cuando hay que dar diez pasos hacia delante o hacia atrás y se mantiene como una de las referencias en las jugadas de estrategia.

En la misma situación que Godín, libres para negociar con quien deseen, se encuentran Filipe Luis (33) y Juanfran (a escasas horas de cumplir los 34). Los tres han encontrado como escollo para su continuidad la regla rojiblanca de renovar solo por un año, y a ser posible a la baja, a los mayores de 30 años. La continuidad del brasileño se da ya por perdida. En verano estuvo muy cerca de salir porque el PSG le ofrecía un salario mayor y tres años de contrato. La operación se frenó porque no había tiempo material para encontrar un sustituto de garantías, pero resulta imposible pensar que el Atlético pueda igualar una oferta similar ahora. Con Juanfran parece que el margen de maniobra es mayor, pero tampoco nadie del club rojiblanco garantiza su continuidad.

Con este panorama se pone en marcha el Atlético en 2019. Lo hace en un duelo de postín ante el Sevilla. Segundo y tercero frente a frente para dilucidar cuál de ellos es la alternativa al Barça en el torneo doméstico.