Triatlón

Gómez Noya: «Soy capaz de llegar a mi mejor nivel, pero de distinta forma que antes»

A los 38 años ha pulido técnicas y mantiene la ambición para sumar una segunda medalla olímpica sin cerrarse las puertas a París 2024

Javier Gómez Noya

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El jueves cumplirá 38 años y es la edad, en parte, la fórmula del éxito de Javier Gómez Noya . La madurez y la experiencia le han hecho afinar mucho más el cuerpo en esta recta final hasta Tokio 2020, con año interrumpido incluido, en el que se ha demostrado que el nivel es el mismo de siempre, altísimo, y quizá un poco más. Ya no se permite las barbaridades que hacía cuando tenía 20, no compite cada semana ni se da palizas de viajes. Ahora se pone en la casilla de salida cuando la cabeza y el cuerpo están al unísono, cuando se siente fuerte y listo. Y ambos caminos le conducen a la excelencia.

«Esta misma semana en una rampa que tengo en Pontevedra para hacer series hice el mejor tiempo de siempre», expone el triatleta, en la presentación de un WorkCafé Santander en Vigo. «Voy de forma mucho más progresiva . Compito cuando me siento preparado. Y en los entrenamientos dejo un poco más de espacio entre las sesiones duras. Es cuestión de organizarlo bien en la semana. Y también saber qué tipo de trabajo me hace más daño , qué me deja más tocado al día siguiente. He visto que puedo llegar a mis mejores niveles, pero no de la misma forma en que lo hacía. Entiendes que no puedes hacer lo que hacías». Sobre todo, incide, ha mejorado su puesta de después del entrenamiento, la recuperación, con más atención a la nutrición, al descanso, con baños de agua fría en las piernas o botas de compresión, algo que durante la veintena ni se le pasaba por la cabeza.

Compartirá salida en Tokio con atletas diez años más jóvenes, con la diferencia de que él ya lo ha demostrado todo en el triatlón, que ya tiene una medalla olímpica, plata en Londres 2012, y cinco títulos mundiales. «Afrontas las cosas de una manera a otra. Tengo una medalla y nueve campeonatos, y si no me sale bien qué le vamos a hacer. En Pekín 2008 sí que sentía mucha más presión porque venía con buenos resultados y tu cabeza piensa que vas a ir a más. Los jóvenes pueden tener esa ansiedad y no ver que cuando tienes que hacer las mejores marcas es en ese punto», asegura.

Gómez Noya

Además, la incertidumbre por la falta de competiciones tampoco le agobia , pues ya sabe bien cómo responde su cuerpo. Su paso por la larga distancia en 2019 también le dio pistas. «Sales de tu zona de confort y también es un aprendizaje para los entrenamientos. Quedé campeón aunque Hawái no salió como hubiéramos querido. No me pareció complicado volver a la distancia olímpica. En la primera carrera terminé segundo, y los resultados me hicieron ver que sigo con ese punto». Todo suma, por tanto, con la edad, pues la memoria de su cuerpo le permite no hacer tantas carreras y competiciones como sí deben hacer los jóvenes para seguir aprendiendo.

La tranquilidad que le da el palmarés no le resta, sin embargo, ni un ápice de ambición. Controlada la presión y los nervios, todo está enfocado en una sola cosa: la carrera de Tokio va a salir bien. Su mejor momento es siempre el presente y ha afinado detalles que en años normales, sin coronavirus, se saltaba por falta de tiempo. «He intentado trabajar en mejorar técnicamente en la natación, con más sesiones para corregir algún pequeño ángulo en la brazada y que cuesta mucho corregir porque llevas muchos años haciéndolo igual. También he aumentado el trabajo de prevención de lesiones pensando en la carga que ya he metido y la que vendrá». Y subraya que no siempre la motivación está ahí, y el secreto es levantarse a pesar de ello. «Nos gusta lo que hacemos pero hay días en los que no te apetece ir a trabajar . Los resultados y los apoyos te respaldan y te ayudan a levantarte, eres un profesional».

Visualiza ya la carrera de los Juegos y advierte que será más abierta que en Londres, donde los hermanos Brownlee y él mismo se llevaban todas las quinielas. En Tokio apuesta por un español en el podio, con tres bazas tan importantes como Fernando Alarza, Mario Mola y él mismo . «No sería una locura, porque los tres hemos estado en podios importantes antes. Cada uno corre por sí mismo, igual hay otros países que si hay mucha diferencia entre el líder y los demás sí hagan trabajo en equipo, pero nosotros intentaremos ver cómo va la carrera. Otros años podría haber sido más difícil, pero en este estadísticamente hay muchas posibilidades de que haya un español en el podio».

«Faltan competiciones para saber dónde estamos cada uno, pero lo importante es saber cómo y dónde estoy yo », prosigue. Y ya planea la aclimatación a las altas temperaturas de Japón. «Haremos una concentración en México, que hay mucha humedad y calor . En Tokio el agua puede estar a 29-30 grados y una piscina climatizada puede estar a 26-27. Hay que adaptarse. Si va bien, en mayo repetiremos».

Ausente en Río por una lesión en el último momento, no sabe si repetirá Juegos, porque ya no se veía en Tokio y está ultimando los detalles. «Lo que sí tenía claro es que después de Tokio no me iba a retirar. Seguiré en larga distancia o lo que sea. Espero seguir varios años como proferaional. Tendré una edad bastante avanzada, pero hay muchos deportistas en diferentes disciplinas que con más de 40 años están en el alto rendimiento todavía. Puede que en cuanto a Juegos sean estos mi última oportunidad, y estoy enfocado en el presente, pero no quiero decir un no rotundo a París porque luego igual me da por ahí».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación