España, quinta en equipo técnico

La natación sincronizada se encuentra en plena ebullición. La competitividad se ha multiplicado y las diferencias se recortan. Los jueces comienzan a ser determinantes en las aspiraciones de los países. España, en remodelación, nota la presión y se va a llevar del Mundial de Kazán un toque de atención: hay que seguir trabajando porque nadie baja los brazos. En la final no se mejoró la posición de la preliminar y el equipo termina quinto, por detrás de Rusia, China, Japón y Ucrania.

Hasta Rusia, que todavía no se baja del oro a pesar de que no se vio la perfección de otros espectáculos, nota el aliento cálido de China, que ha encontrado su momento de eclosión. El salto inicial, altísimo, combinó a la perfección con las verticales y con el constante movimiento por el que se comieron la piscina.

Los jueces alimentan la competición y otorgaron una puntuación de 94.460 al equipo chino, que cuetna con la ayuda de Mayu Fujiki, quien tantos años participara como coreógrafa y ayudante de la selección española. Pero también Japón ha estallado en velocidad, y estallaron sus participantes en lágrimas al ver su esfuerzo recomensado con el podio. Un bronce que estuvo más reñido que nunca porque optaban también Ucrania y España.

Una España colorida y feliz que realizó un gran ejercicio lleno de fuerza y transiciones bajo el agua, pero que no arañó las décimas suficientes para ascender en la clasificación de la preliminar. No tuvo apenas fallos, pero saben que tienen que seguir puliendo detalles. Ucrania, que ya les superó en el Europeo, demostró que es una rival que no le pondrá las cosas fáciles en los Juegos de Río 2016. Su gran acrobacia inicial y su buen trabajo conjunto, en un ejercicio en el que nadan muy juntas, les premió con una nota un punto superior a la española, que se esperaba un mayor reconocimiento.

Toca seguir trabajando en este año preolímpico. Se han descubierto las cartas de los demás países y la natación sincronizada ya no es cosa de uno ni de dos. Se acortan las distancias, se igualan las marcas y se pelea en cada movimiento por esas décimas que suben al oro o bajan del podio.