eEl sastre taurino
eEl sastre taurino - JUAN JOSÉ ÚBEDA

Moda taurina: más allá del toreo

La confección de la ropa de torear es una oficio artesanal que también se ejerce en Sevilla

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Es posible que alguna vez se haya preguntado dónde se visten los toreros. ¿Dónde puede uno comprar un traje de luces? ¿Y una montera? ¿Dónde se hacen los capotes y las muletas? La indumentaria de un torero es mucho más que la taleguilla, la chaquetilla y el chaleco. Cada vez que un torero sale a la plaza necesita ir vestido con el traje de luces y todos sus complementos. Y no son pocos. Camisa, faja y corbata, medias, manoletinas, la montera con su correspondiente caja y un sinfín de complementos, necesarios todos -espadas, el fundón, castañeta, esportones, capotes de paseo-, que conforman los avíos de torear.

La sastrería taurina es un negocio que históricamente se ha desarrollado en Madrid aunque en Sevilla, desde hace veintiséis años, se encuentra uno de los sastres de toreros con más experiencia en el sector. Pedro Algaba ejerce esta profesión desde hace cuarenta años e incluso ha llevado su oficio hasta México.

Algaba es pionero en acercar la moda taurina al aficionado y al público en general con la idea de «sacar las sastrerías fuera de la labor escondida del taller» con el objetivo de dar a conocer un oficio artesanal. Por eso se mudó desde el barrio de Los Remedios, donde estuvo primero en un piso en la calle Virgen de Loreto y después en un coqueto local, hasta la actual tienda situada junto a la plaza de toros de la Real Maestranza (Calle Adriano, 39).

Pedro comparte firma con su hermano Justo Algaba, que se ubica en Las Rozas de Madrid. Fundamentalmente viste a los profesionales -toreros, banderilleros y picadores- pero asegura que desde hace unos años y cada vez más, hay un porcentaje muy alto de aficionados que se han acercado a la Fiesta. «No solamente hacemos ropa para el mundo del teatro y del cine. El estar al lado de la Maestranza me ha demostrado que hay mucha más gente interesada en el mundo taurino y en la ropa de torear de lo que imaginaba».

De hecho su taller ha realizado la indumentaria para películas como «Sangre y arena», con Sharon Stone; le ha vendido chaquetillas a Latoya Jackson, a Plácido Domingo y ha confeccionado casi la totalidad del vestuario utilizado en las representaciones de la ópera «Carmen» en lugares tan importantes como Nueva York, Verona, Francia o Alemania.

Vestir a los toreros no es tarea fácil. Estamos hablando de un oficio artesanal que conlleva el trabajo de un equipo de profesionales de más de treinta personas. Solo para elaborar un macho o los alamares de un vestido hacen falta siete u ocho. Es un trabajo manual que no es capaz de realizar una máquina. De manera que tampoco es barato.

¿Cuánto cuesta un traje de luces?

Es difícil cuantificar un precio cerrado porque depende de muchos factores como el tipo, cantidad y calidad de los bordados que lleven. El traje de luces básico está en torno a los 3.500 euros. Las figuras del toreo pueden salir a la plaza con un traje con todos los complementos que cuesta cerca de seis mil euros. Estos últimos llevan adornos elaborados como moritas, bellotas forradas o chorritos largos. Un vestido de torear es «una obra de ingeniería» se tarda en realizar en el plazo aproximado de un mes.

Al traje propiamente dicho hay que añadirle el capote de paseo -el más barato desde 600 euros al más caro de cinco a seis mil- y las zapatillas y las medias que también tienen varios precios. De manera que Pedro Algaba confirma que un torero necesita para salir a la plaza unos 15 mil euros.

No hay que olvidar que el vestido está hecho con materiales de primera calidad, el raso de donde toma el color y el punto donde van los bordados en oro, plata azabache e incluso en seda. El primero que se hizo un traje en seda fue Rafael de Paula con un polémico vestido caña y marrón que estrenó en Madrid. En la actualidad con este material se atreven Juan José Padilla y el banderillero José María Tejero, a los que viste Algaba.

Sin embargo, la crisis económica también ha afectado al sector, de ahí que haya habido que innovar en este sentido. La sastrería de Pedro Algaba vende trajes usados para los que empiezan y ofrece un servicio de alquiler, sobre todo de ropa goyesca, que tiene un coste cercano a los mil euros. Y han dado un paso más allá, ya que han sacado gamas más bajas de trajes a estrenar, en oro o azabache, que están sobre los 1.800 euros.

En este afán de abaratar costes también cuentan con cajas de montera en madera, que por sesenta euros pueden sustituir, con la misma forma y estética, a las que de cuero que llegar a tener un coste de trescientos o cuatrocientos euros y, además, son más delicadas y mucho menos resistentes al agua que las primeras.

Los capotes y las muletas

Una vez que tenemos el traje, lo siguiente que necesita un torero son los capotes y las muletas. Requiere de más de uno y son dos de los avíos con más demanda fuera de los profesionales del mundo del toro, dado que cada vez hay más aficionados prácticos que quieren aprender a torear. Pero, ¿dónde se puede comprar un capote y una muleta? ¿Cuánto cuestan?

Por supuesto que en la sastrería de Pedro Algaba, «donde un torero entra y sale vestido y con todo dispuesto para torear si lo desea», también confeccionan capotes y muletas. La medida más habitual de los primeros es 1,22 metros para los toreros más altos aunque en estos años han hecho dos capotes especiales: el más pesado de la historia a El Viti y el más grande a José Luis Galloso, de 1,28 metros.

Lo que sí suele variar es la calidad: el de profesional, que lleva seda y nylon además de un acabado para que la sangre no penetre, sale en 300 euros y el de aficionados, niños que empiezan y para las escuelas, que es más agradable al tacto, tiene menos apresto y no lleva antimanchas, cuesta 200 euros.

Este último tiene el mismo corte que el de profesional y una novedad: los capotes de la familia Agaba llevan una sola costura en lugar de tres, lo que hace que a la hora de abrirlo quede menos arrugado, al pasar el pitón no tropieza con costuras y se rompe menos. Esta innovación que el sastre dice que surgió de un comentario del diestro Morante de la Puebla es una «modificación importante que le salido cara en lo económico porque se desperdicia más tela pero tiene un magnífico resultado».

En el caso de las muletas, asegura que se está volviendo a las de franela (en 185 euros) «que llevan un elevado porcentaje de lana y tienen el problema de que encogen al lavarlas», de ahí que salieran las de poliéster «que aguantan el lavado a máquina, se nota menos el roce de los pitones y son más económicas», entre los 140 y los 165 euros. A todos estos precios hay que sumarles el IVA motivo por el que señala que «siempre estamos investigando para abaratar costes pero con la misma calidad».

En el municipio sevillano de la Puebla del Río se encuentra la Sastrería San Sebastián, llamada así en honor del patrón local, dedicada en exclusividad a confeccionar capotes y muletas. Llevan trabajando desde hace poco más de un año y en su caso funciona «el boca a boca», de tal forma que en la actualidad toreros como Morante de la Puebla, El Juli, Alejandro Talavante o Miguel Ángel Perera usan sus creaciones. Las realizan por encargo, con el peso, dimensiones y tejido que desee el que lo realiza, con plazos muy ajustados y con un precio de 285 euros y 150 euros (más el IVA), capotes y muletas, respectivamente.

Complementos taurinos

Aparte de dedicarse a la sastrería taurina profesional Pedro Algaba desarrolló toda una línea de complementos, tanto hombre como para mujer, basados en lo taurino en el que luego se han inspirado numerosas firmas. En su tienda se pueden encontrar corbatas con hierros de ganaderías, bolsos con bordados de vestidos de torear o con tela de capote y muleta, mezclados con los calados de los zahones, pulseras con elementos taurinos como zapatillas, estoques o monteras, gemelos, y bailarinas para mujer con tejido de raso de las taleguillas. «Es una satisfacción que haya tanto interés por estos artículos y es lo que me inspira y anima a seguir trabajando e investigando para sacar cosas nuevas», asegura.

La sastrería sevillana ha vestido a toreros emblemáticos como Curro Romero, Rafael de Paula o Paco Ojeda y en la actualidad a una lista interminable, entre los que se encuentran Rivera Ordóñez o Juan José Padilla. Ahora también hace encargos para particulares tan variopintos como pilotos de avión o encargos para Canadá, Alemania o China. En el país asiático, al igual que en Japón, se ha despertado gran interés por los artículos aunque todavía no se preocupado por su confección. Al menos, por el momento.

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