Memoria de una fecha taurina en Sevilla

Este 15 de agosto de 2018 se cumplen 45 años de uno de los carteles más importantes de la historia de esta emblemática cita: Antonio Bienvenida, Curro Romero y Rafael de Paula

Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla ABC

Lorena Muñoz

Hace siete años que las puertas de la Plaza de Toros no se abren un 15 de agosto. En la temporada de 2011 se anunció el último cartel: Agustín de Espartinas, Antonio Nazaré y Miguel Ángel Delgado. Una terna sevillana con una corrida de Martín Lorca. Para la fecha más taurina del año - festividad de la Virgen de los Reyes en la que ya no se dan toros en la Real Maestranza- se han programado festejos de todo tipo a lo largo de la historia. Corridas de toros, novilladas e incluso alguna de rejones.

El 15 de agosto ha sido una cita fundamental desde los años 20 del siglo pasado que ha caído en el olvido. La tradición de ver la procesión por la mañana e ir a los toros por la tarde terminó en 2012. Los tiempos han cambiado. De carteles de relumbrón a la confección de carteles con menos relevancia o interés y con ello, poca asistencia de público en fechas tan calurosas.

No siempre fue así, desde luego. El 15 de agosto de 1939 se presentó en Sevilla Pepe Luis Vázquez. El Sócrates de San Bernardo tomó la alternativa en esta misma fecha un año más tarde. Todas las figuras del toreo se han anunciado en el coso del Baratillo un 15 de agosto: Armillita, Gitanillo de Triana y Luis Miguel Dominguín (1946); Antonio Bienvenida y Dominguín en 1948; Manolo Vázquez de novillero en la temporada de 1951, Curro Romero en 1957, Diego Puerta en el 58, Paco Camino en 1959 y Manuel Benítez «El Cordobés» en 1963.

También ha sido fecha para encerronas. José Luis Parada en 1969 cuando todavía era novillero. En el mismo escalafón estaba Manuel Caballero en 1990, que salió a hombros por la Puerta del Príncipe. En 1992, pero un día 14 de agosto lo hizo el matador de toros Martín Pareja Obregón.

Pero sin duda uno de los carteles más destacados de este 15 de agosto -sino el que más- fue el de la temporada de 1973: Antonio Bienvenida, Curro Romero y Rafael de Paula. Se cumplen 45 años de esta corrida histórica. Aquel 15 de agosto también cayó en miércoles. La crónica, publicada el jueves 16 de agosto en la sección «La Fiesta Nacional» de ABC en su edición de Andalucía la firmó Remigio Ruiz. «Gran tarde de Antonio Bienvenida, que cortó una oreja» fue el título, en letras mayúsculas. En el subtítulo, el triunfador del festejo: «Curro Romero consiguió las dos de su segundo enemigo».

«La plaza registró superior entrada, faltando poco para el lleno», reseña la ficha del festejo en la que, como era costumbre, se detallas los pesos de los toros de doña María Pallarés de Benítez Cubero «que dieron en bruto los siguientes pesos: 486, 479, 471, 506, 515 y 520 kilos. Fuero buenos para los espadas primero, segundo y quinto, que se aplaudieron en el arrastre. Tercero y cuarto ofrecieron dificultades y el sexto mansurroneó y se mostró difícil, siendo pitado».

¿Qué dice la crónica de aquella tarde del 15 de agosto? Es la narración de un gran acontecimiento, llena de adjetivos. «El maestro Antonio Bienvenida ha estado superior en sus dos enemigos, en una tarde plena de aciertos. Bienvenida ha ofrecido a la afición un toreo radiante, alegre, matemático y florido, que ha entusiasmado al público, que no ha cesado de aclamarle durante toda la lidia». Cortó una oreja del primero y sono la múcisa con el capote en el cuarto «con siete verónicas de maravilla... y un portentoso quite por chicuelinas vistosas y alegres». Solo la espada, dos medias estocadas y cuatro descabellos, privó a Bienvenida de mayor premio: «saludó desde el tercio y fue obligado a dar la vuelta al ruedo.

¿Qué pasó con el Faraón de Camas? «Curro Romero nos ofreció las dos caras de la medalla. A su primero no ha querido o no ha pedido hacerla nada, por lo que su labor fue justamente protestada. En cambio en su otro enemigo, fue el torero preciosista, arrollador, que enardeció a la multitud». Dos orejas cortó de su segundo en el que «estuvo maestro del toreo. Toda la faena de muleta ha sido de un colorido sin igual, instrumentando series por alto, redondos, naturales extraordinarios tirando superiormente de la res, pases de pecho, molinetes, de la firma y de otras marcas, entre clamorosas ovaciones del público, puesto en pie de los asientos...».

No tuvo la misma suerte Rafael de Paula que «no ha podido demostrar ante la afición sevillana y ante sus paisanos, que en gran cantidad se habían desplazado a Sevilla, su buen momento». El jerezano «recibió a su primero con cuatro lances finísimos rematados con media superior... templado dominador y artista...» pero la espada la privó del trofeo. Y hasta saltó al ruedo un espontáneo en el sexto, que «tras dar un muletazo, fue detenido». El toro, «mansurrón y reservado» con el que Paula «lo intentó todo, pero solo pudo lograr algunos muletazos buenos aislados que se aplaudieron».

La publicidad en el año 1973, no dista mucho de la actualidad. Dos anuncios para comprar «oro y plata», el de Casa Ruiz, en la calle O’Donnell Álvarez Soto, en la Plaza del Pan (hoy Plaza de Jesús de la Pasión). Y otro más arriba de la Gruta de las Maravillas. Todo está vigente excepto que esta tarde no se abren las puertas de la Plaza de Toros de Sevilla. ¿Recuperaremos alguna vez esta fecha tan taurina y que fue tan importante en la ciudad?

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