López Simón, por alto
López Simón, por alto - josé mari lópez

Excelente corrida de Pedraza de Yeltes en Azpeitia

Oreja para Juan del Álamo y López Simón, que perdió con la espada un triunfo mayor

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Concluye la Feria de San Ignacio con un cartel de notable interés; sobre todo, por la presencia del diestro revelación de la temporada, Alberto López Simón, que corta una oreja (pierde dos más, por la espada), igual que Juan del Álamo.

La ganadería de Pedraza de Yeltes está muy ligada a esta Plaza. La crearon los hermanos Uranga, vascos, con procedencia de Aldeanueva y El Pilar; la dirige el matador José Ignacio Sánchez; debutó con éxito en corrida de toros en Azpeitia, en 2011. Esta tarde, obtiene un nuevo triunfo, con un encierro muy serio: tres toros, primero, tercero y cuarto, pesan 590 kilos (¡en una Plaza de tercera!); todos, encastados; primero y quinto, ásperos; los demás, excelentes, destacando el cuarto, al que se le da la vuelta al ruedo.

En el primero, saluda en banderillas Ángel Otero. Javier Castaño, con oficio, da la lidia adecuada pero las rebrincadas embestidas impiden el lucimiento. Mata a cambio de recibir un palotazo. El cuarto derriba al caballo, embiste con gran nobleza a la muleta de Castaño, que disfruta toreándolo a placer –mucho más de lo que habitualmente puede hacer– mientras dura el toro. Mata a la segunda. Le dan la merecida vuelta al ruedo al toro: si no se hubiera ido a tablas al final, hubiera sido de indulto.

Juan del Álamo recibe, al comienzo, el premio de triunfador de la pasada Feria. Al segundo lo pica bien Óscar Bernal (a los sones del chistu, que toca, aquí, en esta suerte; igual que la banda, en banderillas). Saluda Domingo Siro. El toro flaquea pero es noble y repite. El diestro logra series lucidas, por los dos lados, con mando y gusto. Mata bien a la segunda: oreja. Al quinto, cinqueño, lo cambia con una vara y se viene arriba. Juan aguanta el envite, muy firme. Otra vez acierta con la espada a la segunda.

Muy quieto

López Simón cortó orejas dos veces en Las Ventas y lo repitió en San Fermín. Los aficionados hablan de él pero todavía no se le está dando el sitio que merece, en los carteles. (Apuntan los rumores a su presencia en la madrileña Feria de Otoño). En el tercero, se luce el gran picador Tito Sandoval. Brinda al ganadero. Como el toro se mueve y el diestro se queda muy quieto, en el sitio donde los toros embisten, lo engancha bien y no rectifica, la faena tiene emoción. Se vuelca al matar: oreja. La interpretación del Zorzico, tradicional en este momento, frena los pitos al presidente por no conceder la segunda. El último «sólo» pesa 570, empuja en varas metiendo los riñones. El diestro vuelve a quedarse quieto, corre la mano, liga naturales, aguanta parones: se ha metido al público en el bolsillo, hubiera cortado las orejas pero esta vez mata mal, pierde la puerta grande.

Las conclusiones son claras: si López Simón sigue así, tendrán que darle el sitio de figura que ya está mereciendo. Pedraza de Yeltes ha ofrecido una gran tarde de toros.

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