Las coreógrafas, protagonistas de los escenarios del Teatro Central de Sevilla

Manuela Nogales y Luz Arcas presentan los días 18 y 19 de diciembre sus nuevas creaciones

Uno de los instantes de la obra de Luz Arcas y la Phármaco ABC

Marta Carrasco

La danza contemporánea toma los dos escenarios del Teatro Central este fin de semana con dos montajes muy distintos. En la sala A la protagonista es muy conocida del público andaluz, la coreógrafa y bailarina Manuela Nogales que presenta el estreno absoluto de la obra titulada, «Poéticas en la sombra». Y en la sala B la coreógrafa malagueña Luz Arcas con su compañía La Phármaco que pone en escena la obra «Bekristen. Capítulo 1. La Domesticación».

«Poéticas en la sombra» , es un proyecto que, según Manuela Nogales (Bilbao, 1962), nace con el propósito de dar visibilidad al trabajo de las creadoras en el mundo de la música y de la danza, «un espacio creativo en el que sigue siendo necesario dar un impulso, porque los datos, las cifras, continúan reflejando una desigualdad persistente». La obra intenta aunar los vínculos entre música y danza e interrelacionar sus estímulos y acompañamientos con sensaciones sonoras y cinéticas.

Para la coreógrafa, afincada hace treinta años en Sevilla , en esta pieza «se plantean historias, pensamientos, sentidos, que se añaden al esfuerzo de dar y hacer visible el protagonismo de las mujeres, las intérpretes, las creadoras, que confluyen con sus saberes con un fondo común de preocupación y deseos sociales en tiempos de transformación».

Manuela Nogales es una figura fundamental del desarrollo de la danza contemporánea en Andalucía . Desde 1996 en que fundara su propia compañía, ha realizado casi 50 obras entre su propia compañía y otras privadas. Lleva más de 30 años impartiendo clases en diferentes lugares como Instituto de Teatro de Sevilla, Centro Andaluz de Danza, Conservatorio de Danza de Sevilla, entre otros.

Formada en danza contemporánea y técnicas del movimiento entre Bilbao, Barcelona, Madrid y Centro Andaluz de Danza, ha tomado clases, entre otros, con los profesores Avelina Argüelles, Carl Paris, Armgard V. Baedeleben, Tim Wengerd, Ramón Oller, Peter Goss, Jennifer Muller, Carolyn Carlson, David Zambrano y cursa estudios también de arte dramático, técnica Laban y Alexander.

En esta obra, en el apartado musical, además de la original compuesta por Lehónidas Boskovec , el espectáculo incluye músicas de la sevillana y Premio Nacional de Música, Elena Mendoza , además de la compositora, Kaija Saariaho.

Acompañando a la coreógrafa y bailarina Manuela Nogales en escena estarán, Lucía Vázquez, Leticia Gude, Violeta Casa , el violín de Lara Sansón el chelo de Beatríz Calderón y la guitarra de María Esther Guzmán. La coordinación artística está a cargo del bailarín y bailaor, Fernando Romero.

La Pharmaco y Luz Arcas

La sala B el fin de semana estará ocupada por la obra, «Bekristen. Capítulo 1. La Domesticación» de la coreógrafa Luz Arcas y su compañía La Phármaco.

Luz Arcas y otros cuatro bailarines son los protagonistas de esta obra en la que se combinan lo individual y lo colectivo, en el que el cuerpo es sujeto y objeto de reflexión sobre lo político.

«Bekristen» significa «cristiano» en lengua fang, la que se habla en Guinea Ecuatorial, un país donde Luz Arcas y su equipo comenzaron a trabajar en 2016 en este proyecto y de donde proceden algunos de sus movimientos más tradicionales. La pieza forma parte de un proyecto en forma de trilogía, del que «Befristen. La domesticación» es el capítulo 1.

Para esta obra, Luz Arcas y Abraham Gragera se han remontado a la colonización como modelo que parte del cristianismo y con el que se extiende el dominio político, social, cultural y religioso. En el concepto coreográfico colabora el artista Celso Jiménez de la compañía La Tristura, y la danza se desarrolla en un espacio vacío, con el suelo en rojo para potenciar la estética, el desgarramiento y la violencia y un podio sobre el que se instalan los músicos.

En la obra el espacio sonoro de Abraham Grajera sirve de hilo conductor, desde el piano clásico que da pie al cuadro inicial acompañado de sonidos distorsionados, hasta una potente electrónica que marca el rito salvaje y tribal de la actualidad. Sobre la escena permanecen la violinista malagueña Luz Prado acompañada de la voz de David Azurza.

Luz Arcas funda la compañía La Phármaco en 2009. A lo largo de su carrera ha obtenido el Premio Ojo Crítico de Danza 2015, Premio Mejor Intérprete Femenina de Danza 2015 en los Premios Lorca, finalista Mejor Intérprete Femenina de Danza en Premios Max 2017, entre otros galardones.

Entre sus creaciones destacan «Kaspar Hauser. El huérfano de Europa»; «Miserere. Cuando la noche llegue se cubrirán con ella», «Una gran emoción política», «Los hijos más bellos», y este nuevo proyecto cuya primera parte se va a poder ver en el Teatro Central los días 19 y 20 en las ya habituales sesiones matutinas en las que se ha reconvertido el teatro.

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