«Placeres íntimos», algo huele a podrido en Suecia

Cristina Alcázar, Toni Acosta, Fran Boira y Javi Coll interpretan en Madrid la obra de Lars Norén, bajo la dirección de José Martret

Cristina Alcázar y Fran Boira, en una escena de «Placeres íntimos» José Hernández
Julio Bravo

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Después de protagonizar juntos «Palabras encadenadas», Cristina Alcázar y Fran Boira tenían «necesidad» -esta palabra usan- de volver a trabajar juntos. Coincidían ambos, además, en querer ser dirigidos por José Martret . Un día en Buenos Aires -donde representaban la obra de Galcerán- se toparon con un teatro donde se reprentaba «Vigilia de noche», de Lars Norén , un autor sueco del que Martret les había hablado apasionadamente. Una cosa llevó a la otra y la obra se convirtió en «Pláceres íntimos»: «El título viene de una frase que dice mi personaje -dice Cristina Alcázar, además de actriz productora de la obra, con la que inaugura su empresa Maldita Tú Eres Producciones -: “Ahora lo que toca es disfrutar de los placeres íntimos en los entornos tradicionales”. Y ahí se quedó». También se cortó la función. «La original dura cinco horas; la que vimos en Buenos Aires tres; la nuestra la hemos dejado en hora y media. «La obra lo permite, porque no cuenta una historia, sino una situación muy bestia, llevada al límite», añade Cristina.

Tras la propia Cristina Alcázar y Fran Boira, se unieron al reparto Toni Acosta y Javi Coll . Encarnan a dos parejas: Jon (Boira) y Alan (Coll) son dos hermanos que, acompañados por sus respectivas parejas, Charlotte (Alcázar) y Monica (Acosta), se reúnen tras varios años sin verse por la muerte de su madre. «La obra habla de las relaciones humanas. La incineración de la madre es la excusa para que los dos hermanos saquen lo peor de cada uno de ellos, sus trapos sucios y también los de sus parejas. Y todo pasa en una noche».

Toni Acosta

«Placeres íntimos» es una función descarnada, despiadada, que muestra a lo largo de una noche los aspectos más oscuros y violentos del ser humano, «Se coloca una lupa sobre la pareja -dice José Martret- y aparece lo más obsceno , los detalles más burdos, como ese elástico podrido que intenta ocultar la ropa interior desgastada. o un punto que se ha soltado en el jersey, ese agujero, esa pequeña mancha, o esa gota de sudor, o de orina... seremos capaces de percibir ese olor ácido, la podredumbre del ser humano . Es un detalle. Un pequeño detalle que nos arranca para siempre la máscara y que desvela cuáles son nuestras verdaderas necesidades y nuestros deseos».

A pesar de su emoción e intensidad, la actriz asegura de la función que «es muy divertida de hacer . Meterse en esos fangos es muy entretenido. ¿Sabe lo limpia que sale una cuando se quita la tierra de encima? Es verdad que hay que tener cierto equilibrio para interpretar la función, porque es de esos textos que te arrastran. Hay que estar preparado emocionalmente para hacerla; para reconocerse y no tenerse miedo».

«Placeres íntimos» -que estará únicamente cinco días en el Teatro Fernán Gómez , como avanzadilla para una futura temporada más extensa en Madrid- «habla de las relaciones de pareja de una manera bruta, agresiva, extrema, tanto en lo bueno como en lo malo. Charlotte dice en un momento determinado: “A veces hay que marcar un límite para señalar lo que se puede y lo que no se puede hacer”. En la función enseñamos ese límite; a veces nos quedamos al borde y otras lo sobrepasamos. Está jugando constantemente con eso». Para este primer trabajo de Maldita Tú Eres Producciones (que componen ella misma junto a José Ántonio Jiménez) querían, dice la actriz, «algo muy dinámico y moderno , un poquito diferente... Y todo eso es “Placeres íntimos”».

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