FLAMENCO

Tres edades de oro

Tres artistas de tres generaciones distintas, pero los tres de oro, se han dado cita en el teatro de la Maestranza en un espectáculo ideado por José Luis Ortiz Nuevo

SEVILLA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Triángulo de oro es el título dado por el ideólogo de este espectáculo, José Luis Ortiz Nuevo que a modo de recital, nos presentaba tres artistas de tres generaciones distintas, pero los tres de oro. El montaje estaba concebido en espacios: el lado derecho del escenario para el cante de Valencia, el centro la guitarra de Habichuela y el hombro izquierdo para el baile de Isabel Bayón. Una forma de presentación que siempre rompe con el tradicional recital al uso, del que tanto se huye ahora en el flamenco.

El primero en romper el hielo fue José Valencia con una poderosa presentación por pregón, toná, fandango, bulería y seguiriyas, a las que siguieron unas preciosas livianas para terminar con la bulería.

Para José Valencia «encarcelarse» en un círculo de luz fue algo difícil, por lo que a veces lo vimos cantar en oscuro, o mejor dicho, no lo vimos. El temperamento del cantaor y su expresividad no admite tanta filigranas lumínicas. Tras bajar un tanto el volumen en el primer cante, algo necesario, nos encontramos con ese Valencia cantaor portentoso en su acento de Lebrija pero con reminiscencias tomadas de Mairena. Con un precioso fraseo y con su poderoso compás, José Valencia nos dió un recital de cómo un cantaor puede abarcar sólo el escenario.

Isabel Bayón es la Escuela Sevillana del Flamenco en estado puro, pero eso sí, con la estética del siglo XXI. Salió con bata de cola para bailar por cantiñas, palo que maneja a la perfección al igual que la bata de cola y el mantón que bailó a capricho, y terminó por malagueñas y abandolaos, un palo que le da pie a la bailaora para realizar los escorzos y adornos que son tan propios de su elegante forma de danzar. Sin embargo, en esta ocasión me quedo con su martinete, un baile que se sale de la habitual «zona de confort». Ataviada con un elegantísimo pantalón negro con sobrefalda de flecos, la Bayón hizo suyo un martinete a caballo entre el de Antonio en aquella mítica película «Duende y misterio del flamenco», y el de Mario Maya. A su estilo, Isabel Bayón hizo un baile entero, con todos los tercios, soberbio en creación y en ejecución. El final, tras unas preciosas luces, con todo el elenco, guitarrista, cantaores y percusión, bailando marcando compás, fue de lo más original. Gustó mucho.

Y para cerrar con broche de oro, el toque de Pepe Habichuela, una guitarra que entra ya en la historia del flamenco y sus familias. Tras una personalísima taranta, el toque clásico, preciosista y con ese sabor a bordón de Habichuela, nos transportó después a la soleá más clásica para terminar por alegrías y bulerías, esta vez acompañado por Juan Carmona jr. Sobriedad fue su toque, pero a la vez repleto de emoción.

Al final los tres artistas de oro hicieron una breve intervención todos juntos que se nos hizo corta, porque con ese elenco sobre las tablas el público quería saber qué más hubiera podido pasar. Con el tiempo justo y medido para un montaje de este carácter, nos ofrecieron un espectáculo de tres artistas de oro.

«Triángulo de oro»***

Cante: José Valencia, Guitarra: Juan Requena.

Palmas: Manuel Valencia, Juan Diego Valencia yBobote.

Baile: Isabel Bayón. Guitarra: Jesús Torres.

Cante: Miguel Ortega y Antonio Campos.

Percusión: José Carrasco.

Guitarra: Pepe Habichuela. Percusión: Juan Carmona Jr.

Idea original y dirección artística: José Luis Ortiz Nuevo.

Diseño de Luces: Antonio Valiente.

Diseño de Sonido: Alfonso Espadero.

Teatro de la Maestranza. Día: 6 de febrero de 2016.

Ver los comentarios