Cristina Heeren ingresa en la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla

La nueva académica correspondiente por la ciudad de Nueva York defendió en su discurso de recepción que «el flamenco es un arte universal»

Juan Ruesga, Cristina Heeren, Isabel de León y Fernando Fernández Manu Gómez

Pedro Ybarra Bores

La Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría acogió ayer la sesión de recepción como académica correspondiente por la ciudad de Nueva York de Cristina Heeren , acto celebrado en el Salón Carlos III de la Casa de los Pinelo, en el que se siguieron todas las recomendaciones sanitarias, entre las que se encontraba el aforo limitado a cincuenta personas.

Para Isabel de León, marquesa de Méritos y presidenta de la Real Corporación, «la ausencia del flamenco entre las bellas artes representadas en la academia era algo que no podíamos omitir por más tiempo , sabiendo lo que el flamenco ha representado siempre en nuestra tierra, símbolo emblemático de nuestra cultura», dijo.

En palabras de la presidenta, fue esto «lo que ha movido al pleno de la academia a buscar a una persona que pudiera representar tanto lo que significa este arte en sí, como los esfuerzos por tratar de enseñarlo, desarrollarlo y difundirlo . Y nadie mejor en este papel que Cristina Heeren, una persona nacida en los Estados Unidos, pero afincada en Sevilla desde hace más de 25 años dedicada a esa labor, a través de la Fundación y escuela que lleva su nombre». A continuación, tras la lectura del extracto del acta de elección realizada por el secretario general, Fernando Fernández Gómez, fue Juan Ruesga Navarro el encargado de presentar a la nueva académica para hacer una semblanza de «una persona excepcional, que por sus cualidades y méritos está vinculada a las Bellas Artes en el más amplio sentido de la palabra y a la ciudad de Sevilla por su trayectoria».

Ruesga realizó un recorrido por sus estudios de Literatura Comparada en la Universidad de Columbia , los estudios de Arte Dramático en la prestigiosa escuela neoyorquina fundada por Herbert Berghof y técnicas de canto en París, donde trabajó como realizadora y montadora de cine. Hasta que en 1991, ya en Sevilla, creó la productora «Pureza» para concebir un espectáculo («El flamenco es vida») que pasó por España, Estados Unidos y Francia.

También quedó constancia de cómo ha merecido ya otras distinciones, entre ellas, a nivel provincial la Medalla de la Ciudad , que otorga nuestro Ayuntamiento; a nivel regional, el Premio Flamenco de la Junta de Andalucía , y a nivel nacional, la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio que concede el Ministerio de Cultura a aquellas personas que se distinguen por su contribución al conocimiento y difusión de la cultura española, tarea en la que ciertamente sobresale la nueva Académica. Y tarea que ahora podrá seguir ejerciendo también desde esta Real Academia, «a la que ahora pertenece, en beneficio de la sociedad a la que todos nos debemos y engrandece a la artística ciudad de Sevilla», según recordó la marquesade Méritos.

«Referencia mundial»

« Cristina Heeren ha creado una escuela de flamenco que es referencia mundial , ha favorecido que el flamenco esté presente en las enseñazas artísticas del Instituto Carmen Laffón de la Rinconada, ha restaurado un par de edificios en Sevilla como sedes de sus actividades y aporta año tras año cantidades económicas significativas, mientras crea puestos de trabajo y transforma la vida de cientos de jóvenes que hoy son grandes artistas, gracias a la pasión que pone en todo», añadió Ruesga.

Heeren recordó en su discurso que «quién me introdujo al flamenco fue mi padre cuando me sacó de un internado inglés para que asistiéramos juntos a un espectáculo de Antonio Ruiz “el bailarín” en Londres, en el año 1958». Desde entonces fui consciente de que siempre había una guitarra en casa, de que mi padre la tocaba de vez en cuando, y de que a veces acudía un profesor. Gracias a mi padre, pude ver a varios grandes artistas de la época en el escenario como, por ejemplo, Pilar López y Carmen Amaya, y, en un ambiente más íntimo, Antonio Mairena ». En su intervención defendió cómo «el arte flamenco es fruto de la creatividad del pueblo andaluz. Los que no conocen bien el flamenco podrían pensar que se trata de un folclore más de España. Sin embargo no es el caso», dijo.

En su intervención defendió cómo « el arte flamenco es fruto de la creatividad del pueblo andaluz . Los que no conocen bien el Flamenco podrían pensar que se trata de un folclore más de España. Sin embargo no es el caso», dijo. Para entender el recorrido de las tendencias que culminan en la formación de un género, hay que intentar buscar el inicio del folclore, origen que la nueva académica compartió con los asistentes al acto: fenicios, griegos, romanos, árabes... para subrayar el modo en que la música popular andaluza «ha ido nutriéndose de una gran variedad de tradiciones musicales, mientras que en otras regiones de España, el folclore ha seguido un desarrollo más homogeneo».

«Al recordar las características del Romanticismo, me he dado cuenta de que el cambio de orientación que dio la consciencia de una época a otra se puede distinguir igualmente en el caso de la música popular andaluza», dijo.

«El virtuosismo está de moda»

"A pesar de haber desarrollado un papel primordialmente de acompañamiento, la guitarra flamenca ha permitido que destacaran algunos músicos por su personalidad creadora. Algunos tocaores, como se les llama, incluso sobresalen como solistas y llegan a ocupar sitios privilegiados en la historia del Flamenco, a partir del siglo XX. Nombres como Ramón Montoya, Niño Ricardo, Sabicas, Manuel Morao, Parrilla, Paco de Lucía, y Rafael Riqueni , por ejemplo, se han convertido en referentes: sus creaciones peculiares reaparecen en los repertorios actuales. Y así la guitarra flamenca vino a estar considerada “culta” igual que la clásica.

Repasó la historia de las academias, el baile, los cafés cantantes... «Durante los últimos veinte años, el Flamenco que se ha presentado en los escenarios ha adoptado una tendencia más técnica que en el pasado. Las actuaciones son espectaculares pero a veces carecen de la inspiración personal que suscita una respuesta emocional por parte de los espectadores. La esencia se diluye. Hoy en día este género requiere una preparación técnica de alto nivel, especialmente en el caso del baile y del toque. El virtuosismo está de moda», añadió.

«La contribución de los artistas del pasado a los palos originales ha hecho que el repertorio flamenco sea gigantesco. El perfeccionamiento técnico en cada especialidad, la eclosión de la personalidad del individuo y la imprescindible comunicación entre los ejecutantes son los temas básicos de nuestro sistema de enseñanza. Y por supuesto, el conocimiento histórico del desarrollo del arte flamenco, ausente de los programas de enseñanza de la mayoría de los centros de aprendizaje, es fundamental».

«Arte universal»

«Gracias a la riqueza de su música, a la originalidad de su baile, a la complejidad de su ejecución, a su contenido filosófico, así como a la intensidad de comunicación emocional que lo caracteriza, el Flamenco ha ido captando aficionados por muchos rincones de la tierra. Ha generado estudios por antropólogos, filósofos y musicólogos de muchas nacionalidades. Ha seducido a músicos especializados en otros géneros, tanto en el ámbito clásico como en el entorno del jazz. Está claro que el flamenco es un arte universal», concluyó.

Para concluir el acto, los asistentes al acto de recepción de Cristina Heeren como académica pudieron disfrutar en el Salón Carlos III de la voz de Manuel Lombo acompañado por la guitarra de Pedro Barragán.

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