CONCIERTOS SEVILLA

Luz Casal y Sevilla se declaran amor mutuo en el Cartuja Center

La cantante presentó en el concierto su último trabajo, ‘Que corra el aire’, haciendo un repaso además por sus grandes éxitos

La cantante Luz Casal interpreta uno de los temas de su último disco J. M. SERRANO

EZEQUIEL MENDOZA

«Si hay muchos aplausos, el concierto se puede ir casi a las dos horas y media», reconocen fuentes de la organización, justo antes de que dé comienzo el espectáculo, como si no hubiera aplausos en otros conciertos. Sin embargo, pasadas las dos horas y media de show, uno llega a comprender el porqué del aviso: Luz Casal es esa artista capaz de demostrar que sólo la música puede salvarnos . De lo que sea.

A eso de las ocho de la tarde, el Cartuja Center Cite comienza a albergar gente en sus aledaños: matrimonios, familias y gente que, sobre todo, supera en la media la cuarentena . Poco a poco, las coloridas gradas de uno de los recintos más modernos de la ciudad comenzarán a llenarse. Eso sí, sin llegar a completar el aforo. Pasan cinco minutos de las nueve cuando una voz avisa por megafonía: «Bienvenidos al Cartuja Center, disfruten del espectáctulo». Silencio sepulcral. Caen las cortinas que cubren la escena. Comienza el show.

Vestida de un rock contundente suena «Que corra el aire» , el single que pone título a su último trabajo de estudio y con el que Luz Casal y su banda se apoderan del escenario. De nuevo, un aplauso atronador da la bienvenida a la cantante gallega que, henchida de felicidad, saluda a su público con un tímido «¡Hola!». Aunque la timidez se irá desvaneciendo a medida que Luz alumbre el escenario , canción a canción, baile a baile y termine quitándose veinte años de encima moviendo su melena al son de las guitarras.

Dos conciertos en uno

El de anoche bien podría ser una obra de dos actos : el primero, repasando las canciones de su nuevo álbum . Un recorrido sobre once temas en los que parecía que no había público: solo estaban Luz y su banda. Tímidos aplausos tras cada canción, nada de palmas y más susurros que coros. Así, sonaron temas como «Miénteme al oído», «Meu Pai» -que dedicó a su padre-, y «Morna», una de las joyas de su nuevo show en directo. Con «Amores» se daba por terminado este primer acto, acompañado de un descanso de diez minutos.

«Esto es más de marcha, ¿verdad o no?», resume equivocadamente una mujer durante la pausa. Y es que, si la primera parte fue templada en cuanto a la respuesta del público, la segunda mitad fue un torbellino . El segundo tiempo empezó con «Entre mis recuerdos» que arrancaría, de nuevo, los aplausos del respetable. Así, canción tras canción, el público alcanza la euforia y los bailes con canciones como «Loca», «Rufino» o «Plantado en mi cabeza». A estas alturas, al respetable le sobran butacas y le faltan manos para seguir dando palmas. «Tengo que admitir mi amor hacia esta ciudad por tantas razones... Por su belleza, por los amigos y porque siempre que he pasado me he llevado un recuerdo imborrable», admitía Luz, sabiendo o no, que el amor, en este caso, es mutuo .

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