Prince: retrato de un genio desinteresado, autoexigente y de una gran emotividad

Su archivista Michael Howe habla con ABC sobre el álbum póstumo, «Originals», que reúne canciones que compuso para otros artistas

Prince, en una imagen de promoción de «Originals» ABC
Nacho Serrano

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El artista que siempre será conocido como Prince pasó miles de horas encerrado en el estudio de su casa de Paisley Park (cerca de su ciudad natal, Minneapolis), así que no resulta extraño que la muerte le pillara en el ascensor que lo llevaba hasta allí, donde podía aislarse en su propia burbuja para hacer lo que más le gustaba: grabar música. Aquellas frenéticas e interminables sesiones servían de válvula de escape para una creatividad irrefrenable que fructificó en casi cuarenta discos , una cantidad que arroja una media de más de un álbum por año desde el arranque de su carrera.

Además de ser el autor de una discografía extensa y brillante, que combinó un enorme talento con una tremenda proyección comercial, Prince fue un incansable trabajador en la sombra que podía pasar días enteros buscando la redondez de las canciones que componía para otros artistas. «No creo que fuera perfeccionista, pero sí altamente exigente consigo mismo y con la gente con la que trabajaba», explica a ABC Michael Howe , archivista oficial de Prince y su A&R (enlace con las discográficas) durante muchos años.

«Además, la perfección técnica era irrelevante para él. Siempre dijo que el elemento fundamental de una grabación era la captura de la emoción, del sentimiento. De hecho hay múltiples ejemplos de canciones que tienen "errores", o cosas que al menos son técnicamente cuestionables, pero que aportan una tremenda profundidad emocional, que siempre es muy palpable por el oyente».

Howe es uno de los responsables de «Originals» , un disco publicado este verano que contiene 15 canciones, 14 de ellas inéditas, que muestran el papel fundamental que Prince desempeñó en la carrera de otros músicos. Publicado en CD, «streaming» y edición digital, también tiene una versión de dos LP y una edición Deluxe en 2LP+CD con libro de tapa dura de 24 páginas y vinilos de color púrpura, lanzada el pasado 19 de julio. Todos estos formatos incluyen grabaciones originales realizadas por Prince de canciones compuestas para artistas como Sinead O´Connor , The Bangles , The Time , Martika , Sheila E o Kenny Rogers , en un repertorio seleccionado por Troy Carter (en representación del Prince Estate) y el rapero Jay-Z , abarcando el periodo 1981-1991.

«Yo he tenido una relación indirecta de trabajo con Jay-Z», explica Howe. «Pero puedo contarte que gracias a su insistencia se incluyeron "Jungle Love" y "Love… Thy Will Be Done". Mi favorita de este disco es "Baby, You’re A Trip" por varias razones, sobre todo por lo libre y divertido que suena Prince en ella. Es un tour de force de su interpretación, especialmente porque grabó sus voces en una sola toma».

«Prince tenía la habilidad de conectar con el lado femenino de su personalidad para elevar su creatividad»

Además de los temas mencionados, «Originals» ofrece parte del material que compuso para sus protegidos The Time (su alianza con Morris Day , cuyo «Ice Cream Castle» pasó la friolera de 57 semanas en la lista de 200 éxitos de Billboard), Vanity 6 , Apollonia 6 , Jill Jones , The Family o Mazarati . Algunas de esas maquetas fueron usadas íntegramente en los correspondientes álbumes, con aportaciones vocales o ligeras variaciones, «y otras veces los artistas usaban esas grabaciones como guía para su trabajo en el estudio», explica Howe. «No creo que Prince tuviera un método específico de trabajo para cada uno –continúa el archivista–, lo que tenía era un talento innato para entender los procesos creativos de otros artistas , y usaba ese don para desarrollar sus colaboraciones con los resultados más increíbles que pudieses imaginar».

Para Howe, haber podido trabajar con Prince «es una de las recompensas más grandes» que ha obtenido de su relación con el negocio de la música, «un honor» que a la vez le hace sentirse «humilde» ante la grandeza del de Minneapolis. «Era un genio, pero lo que más os sorprendería a los que no le conocíais no era eso. Era su enorme generosidad, siempre desinteresada».

Parte de las canciones incluidas en «Originals» dieron éxito y popularidad a mujeres como Sheila E, que llegó al número 1 en las listas «dance» en 1984 con «The Glamorous Life», o Martika, cuyo «Love… Thy Will Be Done» fue un hit Top 10 en EEUU, Reino Unido, Francia y Australia. «Manic Monday», escrita para las míticas The Bangles, propulsó las ventas de su álbum «Different light» hasta el número 2, y como no podía ser de otra manera, «Originals» contiene también la majestuosa versión original de «Nothing compares 2 U» que fue grabada en 1984, y publicada el año pasado.

Y es que a mediados de los años 80, Prince dominaba las listas de éxito también con las joyas que regalaba , a veces firmadas bajo el alter ego «Camille», quizá una expresión de su feminidad interior. «Buena observación, y correcta», responde Howe. «Prince tenía la habilidad de conectar con el lado femenino de su personalidad para elevar su creatividad. Lo hizo en muchas ocasiones a lo largo de su carrera. Es obvio que se sentía muy a gusto trabajando con mujeres fuertes».

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