LIBROS
Texas, la madre de todas las disputas
En el estado de la «estrella solitaria» pugnan siempre las fuerzas que conforman el sueño americano, según analiza este ensayo de Lawrence Wright
Texas encierra la esencia del imaginario estadounidense . La fundación de las primeras misiones españolas –«los objetos materiales más antiguos que pueden encontrarse en Texas»–, la leyenda de El Álamo (1836) o el «cowboy» con sombrero de ala ancha conviven en su vasta llanura con el frenesí del «oro negro» (Gulf Oil, Texaco...), la tecnología «fracking» o la conquista del espacio («Houston, tenemos un problema»). Y siempre estará Dallas y aquel fatídico día de 1963: JFK .
Parece que la evolución de EE.UU. quisiera atravesar Texas para que las tres grandes fuerzas que conforman el sueño americano (tradición, progreso... y mucho trabajo) puedan dirimir sus disputas en el estado más extenso de EE.UU. (la gran Alaska aparte).
Ahora, con el neoyorquino Donald Trump en la Casa Blanca y las elecciones de 2020 a la vista, Texas vuelve a la arena política como referencia de su modelo económico-político, que sin embargo cuenta con la oposición de sus grandes ciudades, gobernadas por el Partido Demócrata: «Tres ciudades texanas –Houston, Dallas y San Antonio– figuran entre las diez más pobladas del país. La undécima es Austin, la capital estatal».
Es la política migratoria como nuevo campo de batalla . «Viaje al futuro de EE.UU.», subtitula la editorial esta obra del pulitzer Lawrence Wright , quien nos ofrece en « Dios salve a Texas » un retrato sentimental, histórico, político y cultural del Estado de la «estrella solitaria».
Pero esta gran crónica periodística, dividido en catorce capítulos, es también un espléndido libro de viajes , descriptivo y ágil, que cumple su principal cometido: despertar en el lector el deseo de recorrer los parajes y personajes del desconocido Texas. Confieso que ya busqué billetes hacia Dallas.
El Álamo, «cowboys», petróleo, la carrera espacial, JFK... Crónica del estado que fija el rumbo de un país
«Bajando el río, dejamos atrás las ruinas del hotel Hot Wells, antaño un balneario majestuoso al que acudían a tomar las aguas Rodolfo Valentino o Will Rogers . Gaston Méliès , uno de los pioneros del cine francés, levantó muy cerca un estudio de cine en 1910, con la esperanza de convertir Texas en lo que más tarde sería Hollywood», valga como ejemplo para resumir la rivalidad que siempre habrá con el otro gran estado, California . «Don’t Californicate Texas!», reza una de las pegatinas más populares en los parachoques de las grandes «pick ups» texanas.
Especial mención para el capítulo séptimo del libro –«La gran D»– que escudriña en el trauma que supuso para Dallas ser el escenario del asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy : «El terrible suceso terminó cambiándolo todo. Dallas se hizo más abierta y tolerante, más progresista, más vigorosa, por usar un término muy querido por Kennedy. Dallas es hoy una ciudad mejor en parte porque en ella murió Kennedy », refleja Wright, quien se pregunta: ¿Se está contagiando EE.UU. de aquel espíritu cainita que reinaba en Dallas en 1963?
