CINCO MINUTOS DE GLORIA

No haré más arte aburrido

Los Reyes Magos siempre suelen traer una mala noticia en su estela de regalos: el año arrancó con la muerte del artista John Baldessari

John Baldessari EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Los Reyes Magos siempre suelen traer una triste noticia en su estela de regalos: carbón de regusto amargo. El año pasado, un diez de enero, falleció de manera inesperada el gran editor Claudio López de Lamadrid , heredero de aquel primer Marqués de Comillas que fue desterrado de la vía pública por «negrero» por el mismo Ayuntamiento de Barcelona que decidió conceder, a título póstumo, la medalla de oro al mérito cultural a su descendiente. De Claudio se han escrito tantos elogios a los largos de estos 365 días de ausencia que no me atrevo a añadir nada más. Según abríamos las puertas de este bisiesto 2020, llegaba la noticia de la muerte del artista norteamericano John Baldessari , de 88 años y con una obra que ha dibujado parte de la historia del arte contemporáneo entre lo conceptual, el pop y la sátira. Una frase delata su irónica inteligencia: «No haré más arte aburrido» . A este tipo de personajes siempre resulta más interesante conocerlos y disfrutarlos en directo que en el diferido de los honores póstumos.

Hace unos años, Baldessari pasó por Madrid, por la galería que Pepe Cobo tenía por aquel entonces en una de las calles más exquisitas de la capital. Recuerdo su llamada a media tarde de un día de entresemana: «Ven a mi casa esta noche. Hago una cena en honor de Baldessari. Me encantaría que lo conocieras». Pues no fui y ahora me doy golpes contra mi particular muro de las lamentaciones. Ya no recuerdo qué otro asunto se cruzó en la agenda para que le diera plantón a aquel artista de dos metros de alto y una amplitud de miras a prueba de bombas conceptuales . Pepe Cobo, que es buen amigo, al final me regaló el póster de una de sus antiguas exposiciones en Los Ángeles firmado por Baldessari con rotulador negro. Por ahí lo guardo y ahora lo rescato del polvoriento cajón de la memoria. Baldessari, en un momento inicial de su trayectoria, tuvo el valor de quemar toda la obra que había hecho porque había prometido que no haría «más arte aburrido». Que algún dios le oiga y atienda esta plegaria.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación