Rodrigo Fresán
Rodrigo Fresán - Adolfo Serra
LIBROS

Mucho donde elegir

El que ahora termina ha sido un año cargado de magníficas novelas y grandes nombres. Rushdie, Irving, Amis, Banville, Vonnegut, Ellroy, Stephen King: la lista no se acaba nunca

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La imposibilidad de elegir libro del año puede ser mala o gran noticia: nada bueno o mucho mejor. 2015, entonces, fue algo grande. ¿Las «Cartas» de Nabokov a su Véra (RBA) o el modo en el que el reinventor del idioma inglés aplica todo su saber al sentimiento amistoso haciendo equilibro sobre el abismo de la cursilería para no caer en ella nunca? ¿Los diarios de Piglia/Renzi (Anagrama) o una de las más interesantes operaciones sobre el tema del Autor/Personaje trascendiendo los facilismos de la Literatura del Yo? ¿Las atmósferas alucinadas de Joy Williams en «Estado de gracia» (Alpha Decay) o la primera novela de alguien a quien, inexplicablemente, sólo desde hace bien poco podemos leer en español? ¿Los trenes soñados de Denis Johnson (Literatura Random House) o cómo comprimir una ópera en perfecta música de cámara? ¿«The Last Love Song», de Tracy Daugherty (St.

Martin’s Press), o la vida de la movediza Joan Didion, una forma de mirar única? ¿Martin Amis y su «Zona de Interés» (Anagrama) o el nazismo como tan feroz como delicada farsa sentimental? ¿Stephen King electrizando con «Revival» (Plaza & Janés) o el terror al fondo de una gran historia de brujo y aprendiz? ¿«The Blue Guitar», de John Banville (Alfred A. Knopf), o una nueva variación del formidable estilista irlandés con otro artista que ha extraviado su don? ¿Will Self abriendo «Un paraguas» (Siruela) o la lluvia de lo experimental? ¿El seísmo que no cesa de Kurt Vonnegut (Malpaso) haciendo de «Cronomoto» un curioso y brillante artefacto donde conviven ciencia ficción, ensayo y memoria?

Mirada de rayos X

Sigamos con la lista. ¿«Unfaithful Music & Disappearing Ink», la muy locuaz autobiografía del locuaz Elvis Costello (Viking), o lo más parecido a un artista total que nos ha dado la New Wave? ¿Cynthia Ozick (Lumen) y Lorrie Moore (Seix Barral) y Sheila Levine (Libros del Asteroide) sobreviviendo para contarlo (relatos y carta suicida donde lo femenino funciona a la vez como mirada de rayos X y mueca desencantada de la que sale siempre una risa torcida? ¿«El hilo azul», de Anne Tyler (Lumen), y «Avenue of Mysteries», de John Irving (Simon & Schuster), o el talento para trazar los planos de una dinastía familiar o las pistas del circo de la vida? ¿El genio de Rushdie (Seix Barral) o cómo trasladar la mítica y mística de Sherezade a un apocalipsis contemporáneo y maravilloso? ¿«El hambre», de Martín Caparrós (Anagrama), o un viaje por territorios donde no hay nada para comer, y los dientes de Joshua Ferris (Alianza), sátira socio-religiosa en la que un dentista ladra y muerde?

Ha habido tantos y tantos buenos libros este año, desde las «Cartas» de Nabokov a «El hambre» de Caparrós

Aún hay más. ¿El «A propósito de Majorana», de Javier Argüello (Random House), o cómo hacer comulgar los misterios de la ciencia con las desapariciones de la historia? ¿«Hotels of North America», de Rick Moody (Hachette), o aquel con quien deberían alojarse todos los que viajan nada más que con Foster Wallace? ¿«Yo te quise más», de Tom Spanbauer (Random House), o el dolor romántico elevado a bella arte? ¿La histórica e histérica «Perfidia», de James Ellroy (Random House), y nada más que agregar?... Tanto y tantos que casi se olvida la decepción de «El cártel», de Don Winslow (RBA).

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