ROCK
Van Morrison, como en los nuevos tiempos
El guerrero celta publica «Three Chord & The Truth», catorce nuevas canciones que muestran a un músico más que inspirado
El León de Belfast hace algo más que seguir a sus 74 años una racha prolífica con este su sexto álbum en los últimos tres años. Con total libertad, Van Morrison ha querido volver a sentir esa sensación de vértigo de cuando empezaba a finales de los sesenta, cuando todo ocurría muy rápido. Sin imposiciones ni plazos, por el mero placer de componer y grabar.
Estas nuevas canciones fueron registradas por partes. Una de ellas en Cardiff, con sus músicos habituales de estudio. La otra mitad fue en Las Vegas, en febrero de este año. Así, podemos deleitarnos con el órgano de John Allair , por ejemplo, en la melodramática «You Don’t Understand». La deliciosa guitarra acústica de Jay Berliner , músico que participó en las grabaciones de Astral Weeks , se escucha en la frágil «March Winds in February», canción con la que abre. Y el vozarrón soul de Bill Medley comparte protagonismo con Van en la pegadiza «Fame Will Eat The Soul», la única del lote que no ha sido compuesta en los dos últimos años, sino que era una vieja demo rescatada de la trastienda.
Arreglar el Brexit
Morrison, pese a su halo místico labrado a base de décadas de actitud esquiva, discos iluminados y entrevistas esperpénticas, es hoy un hombre claro y lúcido , que habla sin ambages del presente que nos ha tocado vivir. Así, «Nobody in Charge» no puede ser más explícita, al denunciar una era en la que nadie asume responsabilidades. Pero evita posicionamientos. No va a ser Van Morrison quien arregle el desaguisado del Brexit . «Que lo arreglen ellos, es su trabajo. El mío es hacer música, escribir canciones y cantar. Soy apolítico», declara.
El compositor reconoce haber cambiado mucho su manera de componer, desde los días en los que necesitaba sentir la magia mística mediante la creación estética . Ahora compone más que nunca sin esperar que la musa llegue o no. Sencillamente, se sienta y compone. En su haber, más de 400 canciones le observan . Los tiempos han cambiado, y por uno u otro motivo, nos ha tocado un tiempo donde la trascendencia se ha esfumado dejándonos con otras cuestiones que resolver.
Con las botas puestas
Este cambio de señas, de dirección, también afecta la creatividad. La carretera es ese mal necesario para estrellas como Van Morrison o Bob Dylan , que no parecen vayan a descansar hasta que se los lleven arrastras con las botas puestas. Este modo de vida, viajando y actuando, requiere un plus de energía, que al final es de lo que habla otro de los temas destacados, «Bags Under My Eyes». Aunque es una canción cargada de condescendencia y tierna ironía hacia uno mismo. La vida es dura, incluso para leyendas vivas como Van Morrison. Al final, escribir acaba siendo la terapia capaz de poner en su lugar las luces y las sombras.
Y el pozo no está seco, más bien todo lo contrario. No hay más que escuchar «Does Love Conquer All» para cerciorarnos de que Van está inspirado. Podría estar promocionando Moondance , que en unos meses cumple 50 años. Sin embargo, nuestro guerrero celta no está hecho de esa madera, prefiere vivir intensamente el hic et nunc y dejar que sean otros quienes revisiten su historia.
Van es muy consciente de que la industria ha cambiado, que nunca más tendrá que preocuparse de entrar en el Top 10. Pero tiene un núcleo duro de seguidores que no lo defraudan. No hay porque ser tan pesimistas, nos dice, «si hay hasta quien compra de nuevo discos en vinilo». Morrison vuelve aquí a hundir sus raíces en la música negra , porque desde el principio fue el blues, el soul, el jazz, lo que le motivó a montar una banda como Them. Ese amor por la música negra impregna todo el flamante nuevo disco.
