Antonio Cruz y Antonio Ortiz, en su estudio
Antonio Cruz y Antonio Ortiz, en su estudio
ARQUITECTURA

«Más necesario que construir es planificar»

El Museo ICO prepara una retrospectiva sobre Cruz y Ortiz Arquitectos, uno de los estudios más solventes en España. Suyas son la estación de Santa Justa o la ampliación del Rijksmuseum, proyectos a los que nos acercaremos con otros ojos

Madrid Actualizado: Guardar
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El próximo 5 de octubre se inaugura en el Museo ICO una exposición retrospectiva de la trayectoria de Cruz y Ortiz Arquitectos, de la que es comisario Jesús Ulargui, profesor titular del departamento de proyectos de la ETSAM. La muestra es un recorrido por las obras esenciales a lo largo de cuatro décadas de este despacho fundado por Antonio Cruz y Antonio Ortiz, acreditándolos como uno de los más sólidamente prestigiosos nombres de la arquitectura española, con proyectos como la Estación de Santa Justa (Sevilla), la Estación Central de Basilea, el pabellón español para Expo2000 (Hannover) o el muy notable trabajo de intervención en el Rijksmuseum (Ámsterdam).

–¿Cómo va a presentarse en esta exposición el trabajo de Cruz y Ortiz Arquitectos?

–Es muy difícil hacer una exposición de arquitectura. Vamos a centrarnos no en destacar una serie de obras concretas, sino en mostrar lo que apenas se ve en vivo: maquetas, croquis… Todo aquello que no puede ofrecerse en la pantalla de un ordenador, ni en una revista. La exposición reunirá casi setenta proyectos: obra construida, concursos que no hemos ganado… Todos, presentados de una forma muy sintética: a través de una o dos pequeñas maquetas, algún croquis o foto pequeña. Principalmente expondremos las maquetas de pequeño tamaño que hacemos para todos los proyectos. La exposición se va a llamar 1:200, 1:2000 porque esa es la escala en la que están los modelos que manejamos.

–¿Por qué esta decisión de recurrir al tamaño pequeño?

–La miniatura, en general, posee un gran poder de fascinación. A todos nos gusta observar lo pequeño: es un momento donde hay una mezcla de conocimiento e imaginación. Nos interesa presentar la maqueta como objeto, destacar la fascinación que ejerce. Y que el público que acuda la entienda y la sienta.

–La exposición va a estar acompañada de una publicación titulada «12 obras, 12 textos».

–Dado que la maqueta es un elemento intraducible al formato de un libro, hemos querido plantear algo distinto al catálogo de exposición al uso. Por eso hemos invitado a una docena de arquitectos españoles a escribir un texto sobre uno de nuestros proyectos. El resultado va a ser muy interesante, ya que hemos preferido no escoger a críticos para que hablen de nuestros edificios, sino a arquitectos que analicen cuestiones esencialmente profesionales en torno a estos. No son arquitectos escribiendo sobre arquitectura, sino arquitectos escribiendo sobre edificios. Va a ser un libro muy sólido porque, sinceramente, los textos son aún mucho más de lo que esperábamos.

La arquitectura se mueve entre la anorexia y la bulimia. Siempre nos ha interesado encontrar un punto de equilibrio

[A lo largo del último año, Cruz y Ortiz han finalizado el Edificio Central y la Facultad de Medicina en el Campus de la Salud de Granada y un edificio administrativo para la Junta en Andalucía. Están ocupados en la construcción del nuevo estadio para el Atlético de Madrid y un hotel en Sevilla, y comprometidos en proyectos en Holanda y Bélgica («viviendas, un museo, un pequeño hotel...»). Son asimismo uno de los ocho equipos escogidos para el concurso de la remodelación del Salón de Reinos del Buen Retiro. Un volumen de trabajo que, en sus palabras, los mantiene «ocupados, pero satisfechos»].

–¿La crisis ha llegado a su fin? ¿Es cierta o un espejismo la aparente reactivación que parece palparse?

–Queremos pensar que hemos aprendido de este periodo de vacas flacas, aunque tenenemos dudas respecto a si no se volverá a las andadas. Hay una serie de factores que nuestra sociedad tendría que interiorizar, y no me estoy refiriendo sólo a la arquitectura, sino a la importancia de la planificación. En arquitectura esto equivaldría a invertir los tiempos de proyecto y los de obra, ya que aquí se tiende a considerar que el dedicado al primero es casi tiempo perdido. Es necesario que la sociedad comprenda la importancia de planificar, asumir que los recursos son muy valiosos.

–Atravesando este periodo reciente de crisis y el auge de nuevos modelos de arquitecto, y desde la perspectiva que les proporciona una experiencia dilatada, ¿cómo perciben hoy la figura del arquitecto y cómo se sitúan en él?

–Hemos trabajado en diferentes países, en los que el papel del arquitecto es distinto, y la conclusión es que este continúa siendo útil. A menudo hemos dicho que siempre hemos querido ser arquitectos como Hitchcock fue director de cine: rebajar el nivel de artisticidad, y que esta, si la hubiera, fuera un valor añadido, oculto. Lo más importante es acentuar los valores de profesionalidad. Tenemos una experiencia lo suficientemente dilatada como para haber visto oscilar el péndulo de un lado al otro en un par de ocasiones. La arquitectura se mueve entre la bulimia y la anorexia, raramente se alimenta de manera correcta. Siempre nos ha interesado encontrar un punto de equilibrio. Estar en la línea central de las cosas, en el «mainstream», parece saludable.

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