ARTE

JustLX se da una tercera oportunidad en Lisboa

La feria madrileña estrena sede en el Palacio de Congresos de Lisboa y despide a Semíramis González, la que ha sido su directora en los últimos años. Una tercera edición para coger fuerzas tras dos años de pandemia

Detalle del estand de Krystel Ann en la feria lisboeta

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Hace trece años, al calor de ARCOmadrid , nacía en la capital española una feria, JustMad , destinada a ampliar desde el mercado la oferta artística en el mes de febrero y generar una Semana del Arte a la que se fueron sumando otras firmas. Hace cinco, el germen de una réplica de todo esto comenzaba a brotar en Lisboa. Hoy, tras dos años de pandemia JustLX , la versión portuguesa de Just (tras el fiasco de JustMiami, que llegó antes, en un deseo de esta marca de hacer las Américas adelantándose a ARCO), celebra su tercera edición replanteándose ciertas cuestiones.

'Made in Spain'

Sí que podemos decir con orgullo que, media década después y tres ediciones mediante, son dos ferias españolas las que dinamizan la escena artística lisboeta, en la que ya repararon coleccionistas y 'celebrities' hace unos años convirtiendo Lisboa en destino cool en Europa. Su 'Semana del Arte' se encarrila en el país vecino (alegra comprobar cómo sus grandes instituciones museísticas programan específicamente para estas fechas ) y la opinión pública local empieza tímidamente a relacionar una feria con la otra, aunque ambas parece que hicieran esfuerzos sobrehumanos por vivir de espaldas la una de la otra. No hay más que ver sus programas VIPS, que recalan en los mismos destinos a horas o en jornadas diferentes.

Una mujer contempla obras de Andrea Moccio en Aina Nowak

También JustLX parece contar con una vida paralela a la de su homóloga madrileña. En principio, esto puede parecer lógico, dado que los contextos son diferentes y sus coleccionistas, otros, posiblemente con más poder adquisitivo aquí y más naturalizados con el arte local y cierta creación internacional. En Lisboa, Just deja sus exigencias feministas (paridad en los estands), ecologistas y hasta su interés por la 'emergencia' : «Vemos cómo las galerías españolas intentan seducir a los coleccionistas con artistas portugueses, mientras que las internacionales apuestan por nombres foráneos que, de alguna manera, están relacionados con este contexto', explica Semíramis González , su directora, que se despide este año con esta edición de JustLX de la feria («se cierra un ciclo, es ley de vida»). Le acompaña en ese ejercicio este 2022 en Lisboa Óscar García , que en febrero recogerá ya las riendas de JustMad.

No es esta su única novedad. Cambia también su sede, saltando del Museo de Carris al Centro de Congresos de Lisboa (a cinco minutos de ARCOlisboa, lo que podría facilitar la comunicación entre ambas). Esta edición de mayo cuenta con 28 expositores y cien artistas , galerías fundamentalmente portuguesas y españolas, aunque se cuelan firmas francesas, holandesas, argentinas y de EE.UU. Desde China llega Common Center , con un solo de Yanbei . Este pintor se ha comprometido a destinar todo lo que recaude a apoyar a Ucrania en su guerra con Rusia.

Una 'excepcionalidad' no tan férrea

Just no funciona como ARCO, y Lisboa no es la puerta de entrada de galerías en la feria madre. De hecho, sus responsables reconocen que ha sido difícil convocar a las presentes: « En Madrid sí que hemos llegado a los niveles de 2019 , pero aquí está costando algo más aflorar. De todas formas, es pronto aún para sacar conclusiones. Lo que sí que está claro es que se habla mucho de la 'excepcionalidad ibérica' y no es tan férrea. Es inevitable que aquí pese la realidad africana por su propio pasado colonial , de forma que las líneas estéticas de investigación en los artistas son otras y, por consiguiente, los gustos de los coleccionistas», concluyen los directores.

Obras de Daniela Ribeiro a la entrada de la feria

JustLx genera un recorrido diáfano y organizado en su nuevo emplazamiento que ya se quisiera en Madrid y ese endiablado Palacio de Neptuno . En él se insertan galerías que, como Gerhardt Braun (que desde Baleares abrirá delegación en Madrid para el próximo Apertura) nunca antes se habían animado a hacer una feria. No es lo único de lo que debe aprender Madrid de Lisboa (o incluso ARCO): la feria informa de los precios de los artistas en las cartelas y pone su catálogo a disposición del público para descargárselo a través de códigos QR. Tiene en su contra un cierto conservadurismo en sus contenidos, cierta sensación de horror vacui en algunos estands, que, sumado a la pérdida de identidad, recuerda por momentos a la estética y pretensiones de ArtMadrid . De hecho, hay firmas y artistas que ya los vimos en Cibeles en 2022.

Dicho todo esto, la oferta incluye nombres y propuestas destacables. Nos recibe en la puerta del Congreso, y a la entrada de la feria, Daniela Ribeiro como artista invitada, que representó a Portugal en la Expo de Dubai y que aporta una segunda vida a la «chatarra tecnológica». Art Dispersion apuesta por la foto de José Cabral y la pintura sobre papel de René Tavares , un nombre que suena mucho por estos pagos. Hiperrealismo escultórico en Léucade. Un estand equilibrado en Alzueta Gallery , otra firma que abrió delegación hace no mucho en Madrid. Inez Wijnhorst tira de ironía en Allarts e invita a jugar a un juego de la oca en el que los peones son artistas, galerístas y críticos.

Nombres a borbotones

Por primera vez la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Lisboa colabora con la feria exponiendo obra de algunos de sus alumnos recién licenciados más destacados. Delicia de obra de Nadia Joaquim allí. Cerca, dos residencias de artistas, Arthouse (que curiosamente nació en Madrid, aunque se desarrollan en Holanda y México) y MAD , colaboran con algunos de sus residentes. Poca fotografía en el salón, pero intensa en Espacio Lobo , aunque triunfa la obra sobre papel y la pintura: no pasen por alto el delicado dibujo de Andrea Moccio (Ainna Nowak) , así como los paisajes de Rosa Juanco , las postales intervenidas de Vicky Herreros o los collages de

Antes de abandonar el recinto le sorprenderán las reinterpretaciones (y los colores) de Françoise Semiramoth en Krystel Ann y el barroquismo, tan portugués, de la cerámica de Catherine Wilkening en . También el mensaje político, aplicado en grafito sobre papel, de Catarina Patricio (Sao Mamede). Dicen que a la tercera va la venciada: JustLX tiene hasta el domingo para demostrarlo.

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