Interferencias espectrales

Cinco amigos de último curso del instituto se dirigen a una isla para pasar una noche de diversión en la playa. Todos son conscientes de que están muy cerca de terminar una etapa de su vida que no volverá y la angustia por encontrar su lugar en el mundo, su identidad, por terminar de formar el carácter, es palpable. Las cosas no tardan en ponerse tensas, pero cuando parece que la escapada va a resultar un fiasco, despiertan una fuerza sobrenatural que pondrá sus relaciones a prueba.

La premisa de « Oxenfree» no es tremendamente original, y en la superficie se parece mucho a una versión «indie» de « Until Dawn». Sin embargo, mientras la obra de Supermassive Games se erigía en un gran puzle sobre cómo salvar a todo el grupo de amigos, «Oxenfree» pone su atención en los cinco personajes, sus relaciones personales y su evolución durante la noche.

Aunque las fuerzas sobrenaturales que desatan les hacen pasar por situaciones realmente terroríficas, ninguno de los amigos pierde realmente la compostura. Night School Studio utiliza un escenario de terror como excusa para poder condensar en una noche una multitud de oportunidades de conocer a fondo a los personajes, y dirimir sus vínculos. La propuesta tiene éxito gracias a un buen elenco y, sobre todo, a un diálogo brillante, que fluye de forma natural, con mucha espontaneidad y dinamismo. Aunque hay unos pocos puzles donde interviene el manejo de una radio, su presencia y dificultad no pasa de testimonial.

Cargados de traumas

Al controlar a Alex, el jugador suele tener a su disposición tres posibles respuestas en cada momento, pero el diálogo entre los personajes nunca se detiene. Si Alex no elige rápido algo que decir, se quedará callada, y los demás seguirán con la conversación como si nada, o tomando en cuenta su silencio, dependiendo de la situación. Este sistema no deja ponderar mucho las respuestas, y ante la imposibilidad de hacer muchos cálculos, el diálogo se vuelve mucho más instintivo, dejándose guiar por lo que creemos que casa mejor con la personalidad de Alex. El gran triunfo del estudio «indie» es la alta calidad que atesora la escritura de los diálogos, que siempre resultan frescos y entretenidos. Los personajes se interrumpen mutuamente, reaccionan sobre la marcha ante los comentarios y se adaptan de forma constante. Aunque en un principio parece que Alex es la única que escapa a los estereotipos, el resto del grupo va adquiriendo profundidad respecto avanza la noche. Todos cargan con una mochila de traumas, y las fuerzas que se esconden en la isla no van a dudar en explotarlos para llevarles al límite.

La presentación en 2D con el motor Unity llama bastante la atención cuando hablamos de un juego narrativo de estas características, ya que no podemos ver las expresiones faciales de los personajes, meras siluetas en la pantalla. Sin embargo, todo funciona por la calidad de las interpretaciones, que se esmeran en dar vida a todo el reparto. La banda sonora electrónica también cumple con creces, elaborando paisajes sonoros repletos de atmósfera y textura. En definitiva, un juego con una narrativa muy interesante, unos diálogos brillantes, que se despide antes de agotar la fórmula y que ofrece pasar un buen rato junto a unos personajes en un momento determinante de sus vidas.