PROYECTO ABC CULTURAL

«Cuando ya solo pueda soñar en blanco y negro»: Anthony Stark y la lucha por capturar un recuerdo

Nuestra ceguera ante las imágenes, y cómo sólo actuando como un ciego podemos arrojar luz sobre las incertezas, son la base de este Proyecto ABC Cultural de mayo del pintor Anthony Stark. Nada es lo que parece... O sí.

Obra de la serie «Cuando ya sólo pueda soñar en blanco y negro» A. Stark

ANTHONY STARK

«Cuando ya solo pueda soñar en blanco y negro, no querré vivir más» .

Esta frase me obsesiona desde que la escuché, hace ya varios años, en la mesa del salón de la casa familiar.

Poco tiempo antes, había estado trabajando en la serie que acompaña este texto y que hoy recupero para este Proyecto ABC Cultural.

Obra de la serie «Cuando ya sólo pueda soñar en blanco y negro» A. Stark

La serie no existe más allá de las fotografías que la documentan. Las obras físicas desaparecieron y acabaron ardiendo. Y, desde entonces, las tengo clavadas en la oscuridad del recuerdo y constituyen un proyecto inconcluso, pero siempre vivo , en estado de hibernación, al que acudo casi constantemente con la intención de retomarlo con la misma honestidad y necesidad con que lo comencé años atrás. No lo conseguía. Intento recordar, pero todas las imágenes que le daban forma las veo minúsculas, fragmentadas, como un ciego al que le es imposible considerar la inmensidad de una forma más allá del pedazo que puede alcanzar a tocar con los dedos.

«La serie no existe más allá de las fotos que la documentan. Las obras físicas desaparecieron y acabaron ardiendo. Y, desde entonces, las tengo clavadas en la oscuridad del recuerdo»

Este proyecto era (y es) un resumen íntimo y honesto de lo que soy a través de mis recuerdos más ocultos. Esos que se ocultan por decisión propia, pero están ahí, más presentes que nunca, definiéndote.

Poco antes de comenzar a trabajar en estas obras, me encontré con la obra de Javier Téllez «Carta sobre los ciegos para uso de los que ven» (2007), que toma el título de la obra de Denis Diderot publicada en 1749, y ambas me tuvieron obsesionado durante largo tiempo. Aún así, no fui capaz, en aquel momento, de ver la importancia que la ceguera tenía en mis procesos creativos más profundos, aunque estuviera ahí, delante de mis narices.

Obra de la serie «Cuando ya sólo pueda soñar en blanco y negro» A. Stark

No fue hasta el momento en el salón de la casa familiar en el que escuché esa frase que me golpeó como una losa , que fui consciente de hasta qué punto la ceguera que me había rodeado desde niño había marcado mi relación con el mundo y, por supuesto, con la pintura.

Algunas de las obras que componen este conjunto están realizadas únicamente desde el recuerdo , y ahora intento atraer aquella sensación estimulante y confusa, en la que el acto de pintar me parecía más táctil que visual , más emocional que visual. Más todo que visual. Y esto es algo que me motiva enormemente porque –voy a ser muy sincero–, en el momento actual en que, por un lado, la imagen nos tiene absolutamente subyugados y, por otro, el cumplimiento ciego de los usos y deberes encomendados es la norma que rige la creación pictórica actual (sobre todo en España, y salvo fabulosas y escasas excepciones), están haciendo que, en el ámbito de la pintura, no encuentre más que aburrimiento y vacío .

Quiero esa búsqueda constante representada por el movimiento nervioso, alerta y sin ambages de la «mirada» de un ciego que intenta ver, o no quiero nada .

Obra de la serie «Cuando ya sólo pueda soñar en blanco y negro» A. Stark
Obra de la serie «Cuando ya sólo pueda soñar en blanco y negro» A. Stark
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