LIBROS
La chispa de Muriel Spark
La autora británica dibuja en «La entrometida» un irónico y delicioso cuadro sobre la sociedad británica de posguerra
Spark, «destello», «chispa». Es un nombre que le viene muy bien a esta autora escocesa. ¿Planeará Blackie Books hacer una pequeña colección Muriel Spark o será este un hecho aislado? Supongo que algo influirá en la decisión editorial el éxito que obtenga La entrometida . Muriel Spark pertenece a una clase de escritores que podríamos definir como «equidistantes», y que son aquellos que mantienen una distancia ideal entre ambas orillas.
Hay que decir enseguida que este libro es delicioso. Podríamos añadir que es una sátira, que es cruel o incluso que es implacable en su retrato de la sociedad británica de la posguerra si fuéramos de esas personas que consideran que los aspectos sociológicos de un libro tienen alguna importancia. En la foto que acompaña a la breve biografía, vemos a una señora encantadora con una sonrisa pícara apenas esbozada, mirándonos con curiosidad por encima de sus gafas. Esa sonrisa llena todas las páginas de esta novela y nos hace preguntarnos cuánto de Spark hay en Fleur Talbot, la protagonista de esta novela.
Motivos inconfesables
La personalidad de Fleur llena y desborda las páginas de La entrometida y es su mayor logro. La acción se sitúa en un Londres de posguerra en que todavía existe el racionamiento. Fleur es una mujer joven que vive en un cuartito minúsculo lleno de libros y quiere convertirse en escritora . Tiene un amante al que no hace mucho caso, es buena amiga de la mujer de éste y no parece sentirse afectada en absoluto cuando él la deja (las deja a ambas) por un joven poeta. La indolencia moral de Fleur, la vitalidad, la facilidad con que acepta todas las cosas que le trae la vida, son para el lector una perpetua fiesta. Fleur encuentra un trabajo como mecanógrafa en una curiosa institución llamada «Asociación Biográfica», organizada por un aristócrata muy pedante, Sir Quentin, que ha convencido a sus amistades de que escriban sus memorias para guardar esos textos durante 70 años y publicarlos cuando ya todos los mencionados estén muertos.
Feur sospecha que Sir Quentin tiene motivos inconfesables para reunir todos aquellos testimonios y cotilleos , aunque los miembros de la Asociación son tan vagos que ninguno llega a escribir más de dos o tres páginas, y cuando Fleur se dedica a añadir detalles escabrosos para ponerles un poco, sí, de chispa, todos están encantados de ver sus recuerdos embellecidos. De la forma más misteriosa, la realidad y la ficción comienzan a mezclarse cuando Fleur comienza a inspirarse en Sir Quentin, su madre Lady Edwina y otros personaje para escribir su novela Warrender Chase . Hay una cosa muy fácil que puede hacer, querida lectora, estimado lector: abra el libro y lea el primer párrafo. Si no desea seguir leyendo, es que no es para usted. Pero lo deseará.
