Esculturas en una galería de ARCO 87
Esculturas en una galería de ARCO 87 - ABC

HISTORIA DE ARCOARCO'87: una feria en números rojos

La sexta edición de la feria estuvo marcada por un debate sobre la rentabilidad del arte y la capacidad de liderazgo de la nueva dirección

Madrid Actualizado: Guardar
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En 1987, IFEMA celebró la sexta edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, ARCO. En esa ocasión participaron 152 galerías, 91 españolas y 61 de 13 países extranjeros, que expusieron en el recinto ferial de Casa de Campo en un espacio de 1.600 metros cuadrados.

La feria estrenó directora, Rosina Gómez-Baeza. Fue nombrada en 1986 tras la quinta convocatoria de ARCO, cuando Juana de Aizpuru, fundadora y principal impulsora del evento, abandonó el puesto tras meses de presiones por el mal rendimiento económico de la feria y por conflictos con algunas galerías. Rosina introdujo varias novedades. La primera fue volver a celebrar el certamen en fechas invernales como se había hecho anteriormente.

En esta ocasión, fue del 12 al 17 de febrero.

Siempre el dinero

El debate más importante de este año estuvo en torno a la capacidad de la nueva dirección y a los problemas económicos. ARCO 87 empezó en números rojos tras un lustro enel que registró graves pérdidas, lo que generó un debate sobre la rentabilidad del negocio del arte. Rosina Gómez-Baeza tuvo claro que debía mejorar el rendimiento económico. Para ello quiso recalcar el carácter comercial que tenía la feria.

Rosina introdujo varias novedades. La primera fue volver a celebrar el certamen en fechas invernales

Bajo este pretexto potenció el mercado en la feria con diferentes novedades que fomentaran el coleccionismo. Una de ellas fue la creación de la Fundación ARCO. Su objetivo era formar un fondo de arte contemporáneo mediante la compra de obras de las galerías participantes. De este modo mejoró las ventas en el salón y promovió la creación de colecciones de este tipo de arte en España.

Durante sus 29 años de existencia, la fundación ha reunido una colección de cerca de 300 obras, que se puede visitar en la exposición permanente del Centro de Arte Dos de Mayo desde 2014. También otorga durante la feria los premios «A» al coleccionismo, que demuestra el interés del organismo no solo por coleccionar, sino también por promover la compra de arte y reconocer a otros coleccionistas.

El germen del pensamiento

De manera paralela, la nueva dirección se preocupó por la divulgación del arte contemporáneo, así como de las actividades y novedades de la feria. Para ello lanzó Arco-noticias, una publicación trimestral en inglés y español para promocionar los contenidos del salón. Asimismo, organizó «Encuentros Europa en el Arte Contemporáneo», donde expertos internacionales debatieron sobre el arte y sus tendencias, y que son el germen de actuales foros y encuentros profesionales de la convocatoria.

Otra de las grandes novedades que perdura hasta nuestros días fue el desarrollo de un programa de actividades paralelo. Se llamó «Madrid en Vanguardia» y su objetivo fue convertir la ciudad en capital de la cultura contemporánea, con más de cuarenta actos en la urbe, en su mayor parte durante el mes de febrero.

El balance general de la feria fue positivo. Aunque tuvo menos galerías que otros años, varios críticos agradecieron una mejor organización del espacio y tuvieron la sensación de que los asistentes fueron mejor preparados para recibir el arte contemporáneo. Por encima de todo, el éxito económico de la convocatoria fue evidente, superó a las anteriores ediciones y asentó las bases de otras futuras bajo la gestión de la nueva dirección.

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