Rodrigo Cortés

James Cameron, el rey del mundo

«James Cameron –no sé si ya se ha dicho– es un cineasta verdadero, un prosista de la imagen, un demiurgo de la escuela de DeMille, de quien heredó su reino y mandamientos (que son los tres de Hawks: entretener, entretener y entretener), bien afirmado a la proa del mundo, abiertos los brazos al viento de los pobres, desde que se enfundó el traje de bucear pecios y hundió el Titanic él solo, es decir: lo reflotó»