Las dos obras recuperadas de Van Gohgh, en el Museo de Capodimonte de Nápoles
Las dos obras recuperadas de Van Gohgh, en el Museo de Capodimonte de Nápoles - EFE

Los dos Van Gogh robados por la Camorra, expuestos en Nápoles

Estarán en el Museo Capodimonte hasta el 26 de febrero y después regresarán al Museo de Amsterdam

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Fue un robo espectacular, con una historia de película a la que ahora se ha puesto la palabra fin. Desde hoy hasta el 26 de febrero serán expuestos en el Museo de Capodimonte de Nápoles, junto a la Sala del Caravaggio, los dos cuadros de Vincent Van Gogh robados hace más de 14 años del museo de Amsterdam dedicado al pintor holandés.

Durante este tiempo se perdió la pista hasta que en septiembre del 2016 fueron encontrados por la policía italiana en el hueco de una doble pared en una casa de Castellammare di Stabia, a 35 kilómetros de Nápoles, propiedad de Raffaele Imperiale, un poderoso narcotraficante. La recuperación de los cuadros fue posible por las declaraciones de un arrepentido de la camorra.

Los dos lienzos son de pequeñas dimensiones: «Vista del mar desde Scheveningen» (34,5 x 51 centímetros) es una escena del litoral cercano a La Haya durante un temporal. «Salida de la Iglesia Reformada de Nuenen» (41 x 32 centímetros) representa la iglesia de Brabant, donde el padre de Van Gogh era pastor protestante. La tela fue pintada por el artista para dedicarla a sus padres.

La presentación de la mostra de los dos Van Gogh se ha hecho con gran solemnidad. «Gracias, Nápoles», ha manifestado el embajador holandés en Italia, Joep Wijnands. Igualmente, el director del museo de Van Gogh de Amsterdam, Axel Rüger, manifestó que se sentía «extremadamente satisfecho y contento por el hecho de que las obras se expongan en primer lugar en la ciudad en que fueron encontradas. De esta forma, hemos querido expresar nuestra gratitud a las autoridades regionales y nacionales».

Por su parte, el director del Museo de Capodimonte, Sylvain Bellenger, subrayó la importancia de esta restitución: «Hoy no solo celebramos a Van Gogh, sino sobre todo la lucha contra la ilegalidad, contra el tráfico de obras de arte. No hay cosa más fea culturalmente que robar en un museo, donde se expone la cultura para todos. Por eso, si se roba, se están robando a todos. Es normal que como homenaje a Nápoles, antes de que vuelvan a Holanda se hiciera esta exposición en un museo de gran belleza como el de Capodimonte».

El director holandés Axel Rüger no pudo ocultar su emoción, porque las dos obras recuperadas son fundamentales para la comprensión de la primera etapa pictórica de Van Gogh. La historia del robo fue rocambolesca. Los ladrones rompieron una ventana del museo de Amsterdam y se escaparon con las dos telas descendiendo por una cuerda desde la ventana rota. Fueron arrestados y condenados con pena de cárcel, pero no colaboraron en la recuperación de los cuadros. Los dos Van Gogh terminaron en manos de la camorra hasta que fueron clamorosamente recuperadas por la Guardia de Finanzas en el curso de una operación contra una banda de narcotraficantes internacional.

Desgraciadamente, no siempre hay un final feliz en el robo de obras de arte. Lo ha puesto de relieve, Sylvain Bellenger, director del Museo de Capodimonte, uno de los más bellos de Italia, recordando el ejemplo del robo de la Natividad con los santos Lorenzo y San Francisco de Asís de Caravaggio, cuadro pintado en el 1609, sustraído brutalmente del Oratorio de San Lorenzo de Palermo en el 1969. Jamás fue encontrado.

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