Muere la actriz Analía Gadé, la mirada azul que enamoró a la España de la Transición

La popular intérprete argentina afincada en España ha fallecido a causa de un cáncer

La actriz Analía Gadé JULIÁN DE DOMINGO
Lucía M. Cabanelas

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Argentina de nacimiento y española de adopción, María Esther Gorostiza Rodríguez (Córdoba, 1931), conocida como Analía Gadé , vivió y murió en Madrid, ciudad que vio en todo su esplendor el auge de una actriz prolífica y de carácter. Había sufrido dos ictus hace quince años, de los que se recuperó, fue diagnosticada de cáncer en una revisión rutinaria, e intervenida quirúrgicamente en el Hospital de La Princesa de Madrid, según informa Efe. Tras sufrir varias recaídas, había sido ingresada en el Hospital de Santa Cristina, donde falleció ayer. Será incinerada en la más estricta intimidad.

Comenzó en el cine gracias a un concurso de belleza y ya no paró hasta que entró el nuevo siglo y ella se despidió del espectáculo. De origen vasco por parte de padre, se exilió en España en 1956 y quedó atrapada en el arte y la casa de Fernando Fernán Gómez , con quien tuvo una relación profesional y sentimental. A sus órdenes rodó varias películas, siendo la más conocida «La vida por delante» en 1958. Un año más tarde volvería a trabajar con su pareja, que la dirigió en «La vida alrededor».

Mientras Samuel Bronston traía estrellas a la España de Franco, con ir y venir de egos de Hollywood que filmaban barato y dormían las resacas con las recién aprendidas siestas nacionales, Gadé le cogió el gusto al cine español y puso su acento al servicios de comedias románticas como «Las muchachas de azul» (1957), de Pedro Lazaga, o «Una muchachita de Valladolid» (1958), de Luis César Amadori. Tres años después, se cruzó con Sofía Loren , con quien coincidió en «Madame Sans-Gene de Christian-Jaque». Tras figurar en varias comedias, decidió explotar su vis dramática con Adolfo Marsillach en «La señora García se confiesa» (1976), y puso arte a la gracia de Lina Morgan en «Compuesta y sin novio» (1994). Protagonizó más de una treintena de películas.

Tampoco la televisión se resistió a sus ojos azules. Que si los viera Lauren Bacall… Durante un año presentó en TVE el magacín «Analía Gadé nos cuenta» y se tomó un descanso. Con la nueva década y, aunque nunca dejó el cine, cambió su rumbo hacia las tablas, porque lo del teatro le venía en el ADN. No en vano, su hermano fue el ya fallecido dramaturgo Carlos Gorostiz, secretario de Cultura con el argentino Raúl Alfonsín. Fue reconocida con dos Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos.

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